La Junta Militar de Birmania (Myanmar) denunció hoy la "injerencia" de la comunidad internacional en sus asuntos internos por criticar las elecciones programadas para 2010 y el juicio a la líder opositora y Nobel de la Paz, Aung San Suu Kyi.

"Pedir la libertad de Suu Kyi es no mostrar ningún respeto por nuestras leyes", se afirma en un editorial publicado hoy en el "New Light of Myanmar", el diario oficial que emplea el régimen birmano para difundir sus mensajes.

La mayoría de ministros de Exteriores presentes ayer en el foro asiático de seguridad en la isla tailandesa de Phuket exigieron a los generales que pongan en libertad a Suu Kyi.

La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, incluso ofreció a Birmania incentivos en forma de inversiones si excarcela a la Nobel de la Paz, que ha pasado confinada 14 de los últimos 20 años.

"El tribunal emitirá una condena si es hallada culpable, y la pondrá en libertad si es inocente", señaló el periódico.

Suu Kyi está acusada de haber violado presuntamente los términos del arresto domiciliario que cumplía desde 2003 por acoger en su casa a un ciudadano de Estados Unidos que cruzó a nado el lago Inye de Rangún.

El juicio se reanuda hoy con la presentación de los argumentos finales por ambas partes.

De ser encontrada culpable, puede ser sentenciada a una pena máxima de otros cinco años en prisión, lo que le impedirá tomar parte en los comicios de 2010.

Pero el "New Light of Myanmar" restó importancia a esa posibilidad y subrayó que la llamada a las urnas seguirá adelante y será legítima aún si no se pone en libertad a los casi 2.100 presos políticos que, según Amnistía Internacional, hay en el país.

Birmania es una dictadura militar desde 1962 y no celebra comicios democráticos desde 1990, cuando el partido de Suu Kyi barrió en votos al partido oficial, pero aquellos resultados jamás fueron acatados por los generales.