Madrid, 11 sep (EFE).- El ex ministro de Defensa José Bono asegura en un artículo que hoy publica 'El País' que el PSOE 'nunca será nacionalista', ni 'cómplice o encubridor' del desprecio a la legalidad que suponen hechos como los ocurridos contra la alcaldesa de Lizartza el pasado fin de semana.

Bono añade que así lo 'acredita' la decisión del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de dirigirse al Fiscal General del Estado, Cándido Conde-Pumpido, para que se interesara por las amenazas proferidas contra la alcaldesa de Lizartza, Regina Otaola.

Asegura que esta decisión se la comunicó el propio Zapatero cuando el pasado sábado decidió llamarle para 'comentarle si lo ocurrido teníamos que soportarlo en silencio sin que la Fiscalía actuase' y decirle que 'la sociedad española estaría enferma si a un gobernante le amenazan de muerte y no pasa nada'.

'Me alegró escuchar al presidente y encontrarlo en su sitio. Sus palabras fueron alentadoras y gratificantes: '¡Pepe!, ya he llamado al fiscal'. Afortunadamente, el presidente no soporta que se viole la legalidad', señala Bono.

El ex presidente de Castilla-La Mancha recalca que 'la falta de respeto y el desprecio de la legalidad mediante la arrogante vía de los hechos consumados no va a tener al PSOE de cómplice ni de encubridor' y muestra su 'convicción profunda' en que el PSOE 'nunca será nacionalista y será el instrumento más eficaz para defender a España y su Constitución'.

En su artículo, titulado 'El PSOE como bandera', Bono denuncia la 'empobrecedora, rancia y pueblerina política de localismos absurdos y egoístas con marketing propio de lavavajillas, los de Villarriba contra los de Villabajo', que no se corresponde con las 'exigencias reales' de los ciudadanos, pero que 'acaba calando' y provocando mayor abstención electoral.

'La pluralidad que se respira en España a pleno pulmón no exige como contrapartida la asimetría política y centrífuga que reclaman los separatistas', señala Bono.

Subraya además que 'si en los predios del socialismo hay compañeros que no lo comprenden es sencillamente porque se han alejado del sentido común o porque se han vendido a un nacionalismo de alquiler con el que compartir un pobre y frío plato de lentejas'.

En ese sentido, asegura comprender 'mucho más a los nacionalistas de toda la vida', como el PNV y CiU, que a los socialistas 'que tratan de ganarles terreno político y rebasarles en su propio terreno'.