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La Caixa y La Mutua se muestran dispuestas a vender a Lukoil

EFE

La Caixa y la aseguradora Mutua Madrileña, que controlan el 12,68 y el 2 por ciento de Repsol YPF, respectivamente, venderán sus participaciones a Lukoil si Sacyr y la petrolera rusa alcanzan un acuerdo sobre el 20 por ciento de la petrolera hispano-argentina propiedad de la constructora.

La petrolera rusa ha sondeado a las entidades financiadoras de Sacyr sobre la posibilidad de que le presten 5.200 millones de euros para pagar su entrada en Repsol YPF, el mismo importe que concedieron a la constructora para comprar su participación en 2006.

Los bancos se reunieron ayer con Lukoil y le han exigido que, además de poner como garantía las propias acciones de Repsol YPF, presente otras adicionales de primer nivel.

En su día la constructora puso como garantía adicional las acciones de Testa Inmobiliaria.

La reunión entre los bancos y Lukoil fue adelantada por La Caixa en un comunicado remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en el que además mostraba su disposición a vender parte del paquete que mantiene en Repsol YPF a través de Criteria (9,1 por ciento) y Repinves (6,1 por ciento, compartido con Caixa Catalunya) si la rusa y Sacyr llegan a un acuerdo.

La Mutua Madrileña, que es accionista de la constructora (5 por ciento) y tiene un 2 por ciento de Repsol YPF, también estaría dispuesta a vender si hay un pacto, aunque exigiría un precio mínimo de 27 euros por título, dijeron a Efe fuentes del mercado cercanas a la operación.

Lukoil quiere hacerse con un 29,9 por ciento de Repsol YPF, aunque oficialmente ha declinado pronunciarse sobre la operación. "Sin comentarios. No puedo decirle nada", dijo en una conversación telefónica con Efe un portavoz de la empresa.

Total y Royal Dutch Shell, compañías que también han sonado como posibles candidatos para hacerse con la participación de Sacyr, tampoco quisieron hacer comentarios sobre la operación.

A finales de 2006 Sacyr compró un 20 por ciento de Repsol YPF con un préstamo avalado con los títulos de la petrolera. El mecanismo diseñado en el crédito estipulaba que si las acciones caen por debajo del umbral pactado con la banca, se deberían aportar garantías adicionales.

Esto le ha obligado a aportar títulos de Testa, su filial patrimonial, pero si los títulos de Repsol bajan de 12 euros antes del 28 de diciembre o si caen por debajo de los 14 euros a partir de esa fecha, Sacyr deberá hacer nuevas aportaciones.

La crisis económica ha hundido las bolsas y endurecido el acceso a nuevos créditos por lo que Sacyr se encuentra en una situación insostenible y se ha visto obligada a deshacerse de su participación en la petrolera.

En la sesión de ayer los títulos de Repsol YPF y de Criteria, que fueron suspendidas de negociación a la apertura del mercado, se revalorizaron el 2,28 y el 8,15 por ciento y cerraron en 13,91 y 2,52 euros por título, respectivamente.

Las acciones de Sacyr, que no fue suspendida, fueron las más alcistas de la Bolsa y se apuntaron una subida del 15,35 por ciento, hasta los 8,49 euros.

En el ámbito político, la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, ha insistido en que se trata de una operación de compañías privadas, aunque puntualizó que desea que Repsol YPF continúe "dirigida por españoles" y con un plan industrial "positivo para el interés estratégico de la garantía de suministro".

El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, aconsejó "mirar con lupa" la operación, mientras que el comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, afirmó que el principio de reciprocidad en las inversiones procedentes de otros países se puede aplicar también a las compañías privadas.

Sin embargo, el portavoz de energía de la Comisión Europea, Ferrán Tarradellas, ha advertido de que la cláusula de protección del mercado energético europeo frente a países terceros no se puede aplicar en este caso porque sólo se refiere a redes de energía y, además, aún no está en vigor.

La entrada de la compañía rusa en Repsol YPF continúa provocando recelos en la oposición. La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, afirmó hoy que Lukoil procede de un país en el que "los procesos de intervención de los mercados", así como el funcionamiento de la economía de mercado, son "dudosos".

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