La Casa Blanca condenó hoy el ataque perpetrado esta mañana supuestamente por un grupo vinculado con Al Qaeda contra la embajada estadounidense en Saná, la capital de Yemen, en el que murieron dieciséis personas.

"Estados Unidos condena el ataque y ofrecemos nuestras más sinceras condolencias a todos los que murieron hoy fruto de la violencia", dijo el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, Gordon Johndroe.

Este ataque "recuerda que continuamos amenazados por la violencia de los extremistas tanto dentro como fuera del país", agregó.

El portavoz aseguró que el presidente de EE.UU., George W. Bush, "aprecia el trabajo de los diplomáticos estadounidenses y del personal yemení" en su embajada.

Estados Unidos continuará trabajando con el Gobierno yemení "para incrementar las actividades en contra del terrorismo y para prevenir que se produzcan más ataques", añadió.

La embajada de EE.UU. en Yemen emitió también un comunicado en el que condenó el ataque "en los términos más contundentes posibles".

"Esta acción demuestra que los criminales terroristas no vacilan en matar ciudadanos inocentes y a aquellos que tratan protegerlos en el camino de ejecutar la agenda contra el terror", señala el comunicado.

Indica que la embajada está trabajando con el Gobierno Yemení para investigar el ataque y asegura que Estados Unidos contará con el apoyo de las autoridades locales para aclarar el suceso.

"Contaremos con la cooperación cercana de las autoridades yemeníes hasta que completemos la investigación y hasta que llevemos a los que han perpetrado este terrible crimen ante la justicia", señala.