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Las conversaciones de paz en Uganda, al borde del colapso

EFE

Las conversaciones de paz para cerrar el conflicto armado del norte de Uganda están al borde del colapso, cuando parecía que iba a completarse el proceso, tras la renuncia del líder del equipo negociador del grupo rebelde.

"Estoy cansado de decir mentiras al mundo", dijo a Efe David Nyekorach-Matsanga, jefe del equipo negociador del Ejército de Resistencia del Señor (LRA, en inglés), al anunciar hoy que renunciaba a seguir representando a esa guerrilla.

El LRA, considerado como uno de los grupos más crueles del continente por sus métodos de lucha, se alzó en armas en el norte de Uganda en 1987 para, según dice, defender los intereses de las comunidades indígenas.

Representantes del LRA y del Gobierno negocian un acuerdo de paz desde el 14 de julio del 2006 y se esperaba que el armisticio final lo firmara ayer el líder rebelde, Joseph Kony, y que el próximo martes lo hiciera el presidente ugandés, Yoweri Museveni.

Pero Matsanga declaró a Efe que Kony "no es serio en este proceso", por lo que no tenía otra opción que renunciar a representarlo en la mesa de negociaciones que se instaló hace dos años en la ciudad de Juba, en el sur de Sudán.

El representante rebelde hizo sus declaraciones en Ri-Kwangba, en la frontera entre Sudán y la República Democrática del Congo (RDC) y donde se supone que ayer iba a venir Kony para firmar el armisticio.

"Me han obligado a mentir a los mediadores diciendo que Joseph Kony estaba siendo serio en este proceso. Pero, lo siento, no está siendo serio", insistió Matsanga.

Su última mentira quizás fue la que dijo ayer, cuando anunció que se había reunido con Kony durante dos horas a fin de convencerlo de venir a Ri-Kwangba para firmar el armisticio final.

Si ayer dijo que Kony había rechazado firmar el documento porque no entendía bien algunos de los puntos, Matsanga dio hoy una versión distinta.

"Ayer Kony me pidió que le llevara a su esposa, a su tío y a su hermana, pero cuando fui a su base del bosque de Garamba, no lo encontré allí, y me dijeron que no estaba por los alrededores", declaró.

El bosque de Garamba se encuentra en la República Democrática del Congo (RDC), cerca del trifinio con Uganda y Sudán. Allí tuvo Kony su retaguardia durante varios años, aunque últimamente parece haberse trasladado a territorio de la República Centroafricana.

"Lo mejor que puedo hacer es seguir lo que me dicta mi conciencia y renunciar", añadió el jefe del equipo mediador rebelde.

El anuncio de Matsanga ha caído como un jarro de agua fría en las personas vinculadas al proceso de paz y que aún se encuentran en este punto fronterizo, y se teme la paralización de las negociaciones.

De momento, el jefe del equipo negociador del Gobierno y ministro del Interior, Ruhakana Rugunda, anunció hoy que el presidente Museveni no firmará el martes el acuerdo final de paz, como estaba previsto.

También amenazó con no renovar la tregua que está vigente hasta el martes. "A no ser que la situación cambie significativamente, el Gobierno de Uganda no tiene intención de renovar el cese de hostilidades vigente", afirmó Rugunda.

Hasta ahora, las partes han suscrito varios acuerdos parciales, que incluyen la tregua. Aunque no hay combates en Uganda, los efectivos de ambos bandos siguen movilizados y el LRA conserva sus armas.

Las negociaciones se están llevando a cabo con la mediación del Gobierno autónomo del sur de Sudán. Casi todas las reuniones se han realizado en la ciudad de Juba, en el sur de Sudán, el mismo lugar donde era esperado el martes Museveni para firmar el armisticio.

Entre tanto, se suceden las reuniones de los mediadores para intentar salvar el proceso de paz. Es el tercer intento por cerrar la guerra del norte de Uganda, después haber fracasado dos intentos anteriores por razones parecidas.

El principal problema que encuentra el LRA para firmar el acuerdo final de paz está vinculado con el proceso abierto en la Corte Penal Internacional (CPI).

Ese tribunal, con sede en La Haya, quiere juzgar a Kony y a sus lugartenientes por crímenes de guerra y contra la Humanidad. El Gobierno de Uganda, que pidió a la CPI actuar en ese sentido, ahora prefiere que esos crímenes sean juzgados por la justicia local.

Kony es un líder místico que basa su poder en razones espirituales y en el terror que imprime a todas sus acciones. La formación de sus combatientes incluye discursos del máximo líder en las que habla de supuesta revelaciones para combatir el pecado.

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