Tratar la depresión enpacientes con cáncer protegería también la salud mental de sushijos, indicó un estudio publicado en Journal of ClinicalOncology.

El equipo dirigido por la doctora Florence Schmitt, delHospital Universitario de Turku, en Finlandia, realizó unestudio sobre 381 familias con el padre o la madre con cáncer.

Los autores hallaron que, en general, a las familias de lospacientes con cáncer les iba bien, no así cuando el pacientetenía también depresión o alguna discapacidad física.

"El enfoque de la atención psicosocial del cáncer de lossistemas de apoyo debe estar más orientado a la familia ycentrado en los niños", escribió en la revista.

Existen pocos estudios sobre cómo impacta en los niñospequeños cuando un miembro de la familia tiene cáncer, señalóel equipo.

Hasta ahora, la única característica conocida de "unafamilia con cáncer" que afecta la salud mental de los niños esla cantidad de hijos y si ambos padres comparten o no elhogar.

Para conocer mejor los factores que podrían determinar elefecto del cáncer en los padres sobre los niños dependientes,el equipo realizó una encuesta a 381 familias (639 padres y489 niños) de seis países de Europa.

El 35 por ciento de las madres con cáncer y el 28 porciento de las mamás sanas tenían depresión. El 28 por ciento delos padres con cáncer y el 13 por ciento de los papás sanosestaban deprimidos.

La estructura familiar, la cantidad de hijos, el nivelsocioeconómico o la antigüedad del diagnóstico no influyeron enel bienestar familiar.

Pero el equipo halló que las familias en la que elpadre/madre con cáncer tenía depresión eran mucho más propensasa no funcionar adecuadamente.

Aunque los niños no hablaron durante las entrevistas sobrecómo la depresión de sus padres los afectaban, "es importanterealizar un control temprano de la depresión y diagnósticosactivos, como así también tratar adecuadamente la depresión enel paciente con cáncer y su pareja para prevenir los trastornosmentales en los niños dado el impacto negativo que la depresiónde los padres tiene sobre el desarrollo y la salud mental delos hijos", finalizó el equipo.

FUENTE: Journal of Clinical Oncology, 24 de noviembre del2008