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Los diplomáticos echan en falta tiempo para escribir

EFE

Escritores y a la vez diplomáticos de profesión han planteado hoy en Valladolid la estrecha relación que existe entre la literatura y la diplomacia, un maridaje con gran tradición, aunque han expresado sus dificultades para encontrar tiempo con el que desarrollar novelas, un género "muy exigente".

Así lo ha expresado hoy el escritor portugués y actual agregado cultural de la Embajada Portuguesa en Madrid, Joao de Melo, quien junto al mexicano Homero Aridjis y los españoles Iñaki Abad y Santiago Miralles, ha participado en mesa redonda, organizada dentro de la 41 Feria del Libro de Valladolid.

De Melo ha manifestado, en rueda de prensa, que el conflicto que se plantea entre el "yo diplomático" y el "yo escritor" no es "tanto personal como funcional", ya que echa en falta "tener tiempo para escribir".

"No es tiempo físico sino más psicológico para crear, ya que la novela es muy exigente", ha matizado el escritor, tras definirse como "un escritor de préstamo en la diplomacia".

De Melo se encarga de "colocar la cultura portuguesa dentro de España" porque es "una cultura completamente desconocida" y, en su opinión, esa tarea también es creativa.

Embajador de México en la UNESCO, Premio del Milenio al Liderazgo Internacional en el Medio Ambiente y escritor de obras como "Sicarios" (2007) o "Los poemas solares" (2005), Homero Aridjis ha advertido del peligro de que "el funcionario mate al escritor".

Para Aridjis, ser embajador de su país es "un motivo de orgullo" aunque reconoce que "el burócrata, el funcionario puede llegar a maniatar al poeta".

La compatibilidad entre el cargo diplomático y la ocupación de escritor se basan en "la necesidad de una gran disciplina", ha subrayado el escritor mexicano, tras confesar que en él predomina el poeta antes que el funcionario.

Aridjis ha explicado que en México y en los países latinoamericanos siempre ha existido una política de "designar a escritores e intelectuales para cargos diplomáticos" como fue el caso de Pablo Neruda.

En este sentido, el diplomático y escritor Santiago Miralles ha señalado que siempre ha habido "escritores y grandes figuras que han vivido en otros países y han llevado la cultura de éstos fuera" lo que ha generado "un maridaje entre la literatura y la diplomacia".

Para Miralles, el único participante de la mesa redonda con carrera diplomática y que en la actualidad trabaja en Túnez, el ser diplomático y vivir en otros países "te da muchos alicientes como conocer otras culturas y otras gentes".

Aunque reconoce que "el diplomático es un trabajo como otro cualquiera", ha manifestado que genera "un modo de vida" compatible con la literatura.

El director del Instituto Cervantes de Praga y escritor de novelas como "El hábito de la guerra" (2002) y "Los malos adioses" (2007), Iñaki Abad Leguina, ha expresado que los libros que más le han gustado han sido los que tenían a un diplomático como protagonista o como autor.

Abad ha manifestado que su aportación como escritor al Instituto Cervantes es su "mirada literaria de sensibilidad y de relación humana" ya que convive con ella.

En su función diplomática, Abad quien se define como la misma persona en ambas facetas de su vida, prefiere ser "un dialogador de España" más que "un vendedor de España".

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