El director general de ArcelorMittal y presidente de la patronal siderúrgica UNESID, Gonzalo Urquijo, afirmó hoy que las grandes industrias con tarifa regulada (G4) están cerca de alcanzar un acuerdo con las eléctricas que limite la subida de la luz ante la desaparición de los precios regulados.

Tras intervenir en la Jornada sobre el Acero organizada con motivo del 40 aniversario de UNESID, Urquijo explicó los afectados continúan negociando y que la transición al mercado podría hacerse mediante contratos con cláusulas específicas que reconozcan las particularidades de estos consumidores, aunque puntualizó que todavía hay que definir la fórmula concreta.

El próximo 1 de enero desaparece la tarifa G4, que utilizan en España cinco fábricas propiedad de ArcelorMittal, Alcoa y Asturiana del Zinc y que representan alrededor del 7 por ciento del consumo total de electricidad y el 25 por ciento de la demandada por el sector siderúrgico.

Por otro lado, los grandes consumidores agrupados en Fortia continúan con las conversaciones para buscar fórmulas que permitan reducir el coste de la electricidad que consumen, aunque en este caso aún no hay acuerdo, explicó el director general de ArcelorMittal.

"La energía nos sigue costando muchísimo y seguimos negociando", dijo.

El pasado 1 de julio desaparecieron todas las tarifas reguladas de alta tensión y desde entonces los consumidores industriales tienen que adquirir la electricidad al precio del mercado mayorista eléctrico (pool).

Para mitigar el encarecimiento de la electricidad, la industria creó Fortia, una entidad que ha adoptado la forma de comercializadora y adquiere electricidad en el pool y negocia contratos de suministro para el conjunto de sus asociados.

Según las estimaciones de la Asociación de Empresas con Gran Consumo de Energía (AEGE), el paso al mercado ha supuesto un incremento del 70 por ciento de la factura eléctrica de la gran industria.

Por último, Gonzalo Urquijo pidió que se adopten medidas para que la financiación llegue hasta el consumidor final de acero para limitar el impacto de la crisis en el sector.

"No vale que la financiación esté en los bancos y en las grandes empresas. Lo que queremos es que llegue hasta el consumidor final", indicó.