La salida a Bolsa de Bankia es clave para la economía española. Pero no dejan de surgir inconvenientes que la ponen en riesgo, sobre todo por las incertidumbres que aparecen constantemente en los mercados a costa de Grecia, habitualmente, y ahora de Portugal. Sin embargo, el banco presidido por Rato sí cuenta con una circunstancia sólida a su favor: muchos fondos de inversión y de pensiones están prácticamente obligados a comprar sus acciones porque replican la composición del Ibex 35. Y es previsible que esta entidad pase a formar parte del indicador en breve, debido a la salida de Iberdrola Renovables, que será absorbida por su matriz este viernes.

De momento, aseguran fuentes del mercado, este tipo de fondos están realizando mandatos de compra de las acciones que ahora se ponen a la venta, pero en muchos casos también dejan un porcentaje, alrededor del 25%, para cuando salga, confiando en que puedan comprar más barato desde agosto.

Sin embargo, otras gestoras de fondos, aun no teniendo que replicar al Ibex, entrarán en el proceso porque las autoridades les han convencido de que es una salida a Bolsa imprescindible para la recuperación de la economía española. De hecho, algunas de ellas situarán las acciones de Bankia en una cesta con 'valores seguros', como reconocen en varias de estas entidades, para compensar la posible pérdida del valor del banco verde en su estreno en el parqué.

Entre los inconvenientes de Bankia, ayer se encontró con que Moody's rebajó a perspectiva negativa su calificación de deuda. Además, Fitch rebajó un escalón la nota de Popular y Bankinter.