La ministra de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, Elena Espinosa, ha señalado hoy que la lucha contra el cambio climático no tiene por qué frustrar las aspiraciones de crecimiento, ya que creará "importantes oportunidades empresariales y nuevos mercados de tecnologías bajas en carbono".

Así lo ha manifestado Espinosa durante la inauguración del VIII Seminario Internacional sobre el Cambio Climático, organizado por el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino y la Fundación Gas Natural.

En este momento de "dificultades económicas", Espinosa ha considerado "imprescindible" abordar el calentamiento global "poniendo el énfasis en las oportunidades de futuro que se nos presentan y en la necesidad de reforzar los elementos fundamentales que deben estar detrás de un crecimiento económico sostenible".

Tras poner de relieve las evidencias científicas que existen sobre la gravedad y dimensión del problema, ha asegurado que los compromisos de reducción que ha asumido el Gobierno "no obedecen a decisiones arbitrarias, lo que sería del todo descabellado", sino que se basan en estudios contrastados internacionalmente.

Ha subrayado que tenemos las tecnologías necesarias para caminar hacia un modo de producción energética sostenible y garantizar que el aumento de la temperatura media global de la tierra no supere los 2ºC sobre los niveles de la época preindustrial.

Según Espinosa, las tecnologías bajas en emisiones de carbono son uno de los pilares sobre los que se construirá el futuro "post-Kioto", que se está negociando y sobre el que se deberá llegar a un acuerdo en la Cumbre del Clima de la ONU de Copenhague que tendrá lugar en 2009.

La ministra ha destacado las seis líneas estratégicas de España para luchar contra el cambio climático -movilidad sostenible, edificación sostenible, sostenibilidad energética, residuos, política forestal y sumideros e innovación- y ha resaltado esta última, que debe ayudar a "incrementar las capacidades de respuesta en situaciones climatológicas extremas".

También ha citado la reciente creación del Instituto de Investigación sobre cambio climático de Zaragoza, que realizará evaluaciones integradas sobre las repercusiones del calentamiento global.