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"Para fusionar, primero tienes que saber de dónde vienes", dice Antonio Carmona

EFE

Gitano de sangre y español de corazón, el cantante Antonio Carmona, estandarte del nuevo flamenco y del mestizaje con otras músicas, recordó hoy que antes de empezar a fusionar distintas músicas, uno debe conocer sus raíces y sus orígenes, y "saber de dónde viene, para así saber dónde quiere ir".

En una entrevista con Efe en el III Congreso Iberoamericano de Cultura, en Medellín, dónde hoy participará en un concierto junto al argentino Fito Páez, la española Rosario y los mexicanos Zoé, entre otros, Antonio Carmona reconoció que solo pudo "refrescar las viejas bases" del flamenco cuando antes aprendió a mirar atrás, al pasado.

"Ya me lo decía mi padre, para fusionar la música, primero tienes que saber de dónde viene tu abuelo y tu bisabuelo, y que tu bisabuelo tocaba con cuerdas hechas con tripas de cerdo. Había fotografías de él, me veía en gestos, en cosas, en la manera de ser de mis antepasados", explicó.

Hijo del mítico guitarrista flamenco Juan el Habichuela, su rostro oscuro delata aún más unos enormes ojos que hablan con una sinceridad casi adolescente. "Yo no tengo carreras de filosofía ni he estudiado muchísimo, pero sí soy un estudioso de la música, y eso me ha dado para conocer otros tipos de música y poder fusionarlas".

Sin embargo, el intérprete advirtió que "es muy importante saber de dónde vienes para luego saber dónde quieres ir; primero tienes que conocer tu raíz o tu entorno, que para mí es el flamenco".

"Yo lo que he hecho es, respetando esas bases, con instrumentos he refrescado esas bases tan viejas que son el flamenco", agregó.

Un flamenco del que él ha sido un químico del mestizaje, especialmente en aquel laboratorio de innovación que fue el grupo de pop rock flamenco Ketama durante más de dos décadas, junto a su hermano Juan y su primo Josemi.

Ahora, ya caminando en solitario, Carmona ha podido explotar otros registros, sin olvidar lo que siempre le ha motivado: "Para mí cantar y componer es liberar el alma".

"Es ir 'pillando' de aquí y de allí -afirmó-. He estado en India, en Egipto, en Cuba, en un mogollón de sitios, que todos me han dado algo. Me gusta mucho viajar y sobre todo escribir, y es una manera de expulsar lo que uno tiene dentro".

Un vómito de inspiración para conseguir conectar con sus seguidores en cualquier parte del mundo, separados por culturas totalmente distintas, pero con un mismo "pulso".

"En todo el mundo me he encontrado a gente que cuando he tocado mi música, han cerrado los ojos y han dicho, 'joé', ahí hay algo que tengo que ver con ese tipo de música. Y eso es lo que voy buscando, por cada país, gente que tenga el mismo pulso que yo y juntarlo".

Aglutinar, de este modo, una base musical para poder disfrutar del flamenco sin importar el origen, como también une él las influencias de su familia, de sus padres, de sus hijas, y el "orgullo de ser gitano".

En un Congreso en el que confluyen ritmos de toda Iberoamérica, y el mismo año en que muchos países latinoamericanos celebran el Bicentenario de su independencia, Carmona apuntó que, bajo su punto de vista, "independencia para mí es el ser flamenco y poder hacer mi música, el poder llevarla por todo el mundo".

Por ello, un evento de este tipo le parece "bueno, efectivo y optimista" para la cultura iberoamericana, casi tan similar como sus canciones, capaces de fusionar el pulso de varias culturas sin olvidar lo básico, las raíces, el origen y el orgullo de ser de un lugar.

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