El presidente de Iberdrola, Ignacio Sánchez Galán, dio este miércoles su apoyo a la propuesta de pacto energético que el Ministerio de Industria presentó a principios de julio al PP, un documento muy genérico con seis grandes líneas de actuación para acordar la política energética a largo plazo.

'Si nos guiamos estrictamente por el contenido de este documento, más allá de rumores y especulaciones, veremos que incluye los principales elementos necesarios para la solución de los problemas actuales', dijo. El pacto, de momento, parece lejano. El miércoles, el ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró que el PP apoya la revisión trimestral de tarifas eléctricas (ahora es semestral). El portavoz conservador, Cristóbal Montoro, lo negó.

Entre los rumores que citó Galán está la posible implantación de una tasa a la energía nuclear a cambio de alargar su vida útil, como ha hecho Alemania. Iberdrola dice que, en España, eso sería ilegal y lo recurriría ante los tribunales.

Galán confió en que las eléctricas cobrarán pronto los 10.000 millones de euros de déficit de tarifa (ingresos reconocidos al sector porque los precios que fija el Gobierno no cubren los costes) que el Estado tiene que colocar en el mercado como deuda. Iberdrola tiene un plan B para el caso 'improbable', de que se cerrasen los mercados financieros y no se pudiese colocar el déficit: frenar inversiones y vender activos. Galán dijo que mantendrá el dividendo de Iberdrola.

Hasta junio, la eléctrica ganó 1.467 millones, un 2,6% menos, porque sólo obtuvo 83 millones de plusvalías, lo que supone un descenso del 63% respecto al mismo periodo de 2009. Descontando ese efecto, el beneficio neto creció un 7,3%, mientras que el resultado bruto operativo (ebitda) mejoró un 11,7%, hasta 3.835 millones. Los analistas preveían una mejora del 10%. Un semestre más, las inversiones cayeron: un 5,8%, hasta 2.145 millones. Para el conjunto del año, Iberdrola espera aumentar su beneficio operativo.