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Los golpistas tranquilizan a la comunidad internacional con el anuncio de comicios libres

EFE

Los generales que han perpetrado el golpe de Estado en Mauritania anunciaron hoy la celebración de elecciones presidenciales "lo más pronto posible", ante la incertidumbre creada ayer por la acción golpista y las condenas recibidas por parte de la comunidad internacional.

El "Consejo de Estado" presidido por el general Mohamed Uld Abdelaziz, jefe de la Guardia Presidencial, e integrado por otros diez altos cargos militares, aseguró, en un mensaje difundido por la televisión estatal, que los comicios, de los que no se facilitó una fecha, se efectuarán de manera "libre y transparente".

Esas elecciones tendrán lugar en concertación tanto con las instituciones y fuerzas políticas como con la sociedad civil, con el objetivo de "relanzar el proceso democrático en el país y establecerlo sobre una base sólida y duradera", añadió.

En el comunicado, la Junta Militar anunció también oficialmente su decisión de "acabar definitivamente con el poder del presidente de la República investido en abril de 2007 y de tomar las disposiciones necesarias para garantizar la continuidad del Estado".

Se trata de la primera vez que los militares hacen pública su voluntad de dar por concluida la jefatura de Sidi Mohamed Uld Cheij Abdalahi y los motivos que les llevaron al golpe de Estado, al tiempo que se comprometieron a "respetar todos los tratados, convenciones y compromisos suscritos por Mauritania".

Con su mensaje parecen querer tranquilizar a la comunidad internacional, que ha condenado el golpe y ha mostrado su preocupación por la detención tanto del presidente como la del primer ministro, Yahya Uld Ahmed al Uaguef.

La mayoría de la comunidad internacional ha rechazado el cambio político a través de un golpe de Estado contra un presidente elegido en unas elecciones libres y democráticas después de una reforma constitucional y un calendario de actuación auspiciado por los propios generales.

La tensión entre los militares y el presidente, surgida hace meses, se precipitó tras el anuncio de la presidencia de la República de la destitución de los hasta entonces jefes del Estado Mayor del Ejército, de la Guardia Presidencial, de la Gendarmería Nacional y de la Guardia Nacional.

Esos cambios -que forman parte de las prerrogativas constitucionales del presidente- fueron declarados "nulos y sin efecto jurídico" por los militares, que mantienen detenidos al presidente y al primer ministro y han puesto bajo vigilancia militar a la esposa de Abdalahi en el palacio presidencial.

Si la opinión internacional se muestra unánime en contra del golpe, dentro del país no faltan opiniones encontradas.

La división de las fuerzas políticas mauritanas se materializará este mediodía en el centro de Nuakchot en dos manifestaciones convocadas por grupos partidarios y contrarios a la Junta Militar.

"Hemos condenado ya lo que ha pasado y seguiremos haciéndolo", dijo el vicepresidente de la Alianza Popular Progresista (APP, de la mayoría gubernamental), El Jalil Uld Teyib, quien pidió que se vuelva a la "legitimidad constitucional, lo que significa el regreso al poder de Abdalahi y el inicio de un diálogo nacional para evitar la entrada del país en una crisis y sus nefastas consecuencias",

Para el vicepresidente del principal partido de la oposición, la Reagrupación de Fuerzas Democráticas (RFD), Mohamed Mahmoud Uld Lemmat, "es muy inquietante que los militares no hayan fijado una fecha exacta para la celebración de elecciones presidenciales".

Consideró preocupante también la "no clarificación por parte del Consejo de Estado de sus intenciones respecto a las candidaturas" en esas elecciones y a la posibilidad de que los miembros de ese Consejo puedan presentarse o no a los comicios.

Uld Lemmat recordó que la Junta Militar se comprometió a devolver el poder a los civiles tras el golpe de Estado de agosto de 2005 que derrocó al ex presidente Muauia Uld Taya, lo que cumplieron con la convocatoria de elecciones presidenciales de 2007, pero que acaban de romper con esta nueva toma militar.

La Unión de las Fuerzas del Progreso, partido aliado de Abdalahi, expresó su condena al golpe, mientras que el Partido Republicano para la Democracia y la Renovación (PRDR), la formación política de Uld Taya, manifestó su apoyo.

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