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Grupo MGMT muestra su lado más indolente en el cierre de su gira en Lisboa

EFE

El grupo neoyorquino MGMT cerró hoy su gira mundial con un descafeinado concierto en Lisboa, en el que sólo sus temas más conocidos, "Kids" y "Time to pretend", ambos de su primer disco, consiguieron encender los ánimos del público.

Los chicos de MGMT, tras actuar en casi medio centenar de escenarios entre EEUU y Europa en los últimos ocho meses, mostraron cierta apatía durante la hora y media que duró su actuación, y en la que mezclaron temas de sus dos únicos álbumes, "Oracular Spectacular" y "Congratulations".

Con su cantante, Andrew Vanwyngarden, de espaldas al público en varios temas, y su bajista Matt Asti, sin moverse de su sitio ni un milímetro en las doce primeras canciones, tan sólo el guitarra James Richardson rompió el hielo con su actitud desenfadada y varios guiños a un público más treintañero que adolescente.

A superar esta frialdad tampoco ayudaron los toques psicodélicos de su más reciente trabajo, y que contrastan con el sonido de su primer disco -el que los llevó a la fama-, más identificado con un pop-rock acompañado de sonidos electrónicos.

El primer plato fuerte de la noche llegó pronto, en su segunda canción, cuando hicieron levantarse al son de "Time to pretend" a los miles de asistentes congregados hoy en la plaza de toros lisboeta, conocida como "Campo Pequeno".

La actitud del quinteto neoyorquino, sin embargo, evidenció la desidia de sus miembros, cansados quizá de ser reconocidos sólo por dos de sus temas, y que parecieron deseosos de regresar a su nuevo trabajo, de un estilo más intimista -canciones sólo instrumentales incluidas-.

El grupo hizo un repaso por su discografía sin solución de continuidad, encadenando un tema con otro, y no volvieron a hacer vibrar a los asistentes hasta tocar "Electric feel", también de su primer disco.

El momento cumbre de la velada, sin embargo, fue para "Kids", una canción bailable y en el que los miembros de la banda parecieron despertar de su letargo. Dejaron a un lado los instrumentos, se colocaron en la cabeza unos gorros con motivos navideños y cantaron su tema de más éxito, con una intensidad desconocida hasta ese momento.

Pese al aire alicaído mostrado hoy por del quinteto estadounidense, la factura del sonido fue impecable, y su puesta en escena, sencilla y acorde con su música.

El tema que da nombre a su segundo álbum, "Congratulations", puso punto y final a su actuación, instantes después de que abandonar y volver a regresar al escenario a petición del público, que reclamó su vuelta tarareando, de nuevo y motu propio, "Kids".

El estilo de MGMT quedó en las antípodas de las estridencias de la considerada hoy como nueva reina del pop, Lady Gaga, o de la espectacularidad del montaje de la colombiana Shakira, las dos últimas estrellas del panorama musical vistas por Lisboa.

Con la actuación de la banda estadounidense, Portugal cerró el cartel de grandes conciertos del 2010, y que llevó hasta el país luso a algunos de los grupos más reconocidos a nivel mundial, como U2 o Interpol.

MGMT, por su parte, cerró en Lisboa su gira mundial, tan sólo un día después de tocar en la sala La Riviera de Madrid y dos días más tarde de encontrarse con el público barcelonés en Razzmatazz, y no tiene previstos más conciertos hasta el mes de marzo de 2011, cuando visitará Asia.

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