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La huelga general en Grecia paraliza el transporte

Reuters

Una huelga general interrumpió el miércoles el funcionamiento de las conexiones aéreas, terrestres y marítimas en Grecia, aunque es poco probable que detenga las medidas de austeridad del Gobierno para hacer frente a una crisis de deuda que ha sacudido a la eurozona.

Mientras decenas de miles de manifestantes marchaban en Atenas para protestar contra la congelación de los salarios, la subida de impuestos y el aumento de la edad mínima para jubilarse destinados a reducir el déficit de dos dígitos, Atenas y Berlín intercambiaban acusaciones sobre las reparaciones tras las Segunda Guerra Mundial.

La agencia calificadora Standard and Poor's dijo que podría rebajar la calificación de Grecia dentro de un mes si una recesión más profunda de lo esperado hace que el objetivo de recorte del déficit parezca más difícil de conseguir.

La huelga general de 24 horas dejó en tierra vuelos, barcos y trenes, y cerró colegios, ministerios y lugares turísticos, aunque estuvo lejos de paralizar Grecia.

Los analistas dijeron que probablemente no influiría en los planes para recortar el déficit en cuatro puntos porcentuales desde el 12,7% del Producto Interior Bruto, a menos que se vea seguida de paros más intensos.

"La huelga no tendrá un impacto importante en el plan del Gobierno para sacar al país de la crisis", dijo Theodore Couloumbis, subdirector del grupo de análisis ELIAMEP.

"Según los sondeos de opinión, la mayoría de los griegos se dan cuenta de la gravedad de la situación y siente que se necesitan medidas dolorosas", agregó.

La policía griega lanzó gases lacrimógenos a un grupo de jóvenes que lanzaban piedras. Dos manifestantes resultaron levemente heridos.

"Sacrificios no, los ricos deberían pagar por la crisis", gritaban los manifestantes mientras más de 20.000 personas se concentraban en el parlamento en otra protesta pacífica.

NERVIOSISMO DEL MERCADO

En un síntoma del persistente nerviosismo del mercado, los costes de la deuda griega se elevaron después de que el ministro checo de Finanzas, Eduard Janota, dijera que sería imposible que Atenas redujera su déficit tan rápido como ha prometido.

El diferencial entre los bonos griegos y alemanes se amplió a unos 340 puntos básicos.

El Gobierno socialista respondió a las críticas europeas a la gestión fiscal de Grecia, y acusó a sus socios de la UE de un doble rasero y un liderazgo pobre.

El viceprimer ministro Theodoros Pangalos dijo que Italia, Francia y Bélgica habían usado las mismas técnicas que Grecia para enmascarar sus verdaderos déficits para calificar para la eurozona.

Agregó que Alemania estaba en mala posición para criticar a Atenas dada su conducta durante la ocupación nazi de Grecia en la Segunda Guerra Mundial, incluido el saqueo de las reservas de oro del banco central, lo que provocó la reacción de Berlín.

"Debo rechazar estas acusaciones", dijo el ministro de Exteriores alemán, Andreas Peschke. "Una discusión sobre el pasado no es útil en absoluto para resolver los problemas (...) a los que nos enfrentamos hoy en Europa".

Los sindicatos de los sectores público y privado, que juntos representan a la mitad de los 5 millones de trabajadores de Grecia, quieren que el Gobierno deseche sus planes para congelar los salarios de los funcionarios, elevar los impuestos y retrasar la edad de jubilación.

"Hoy, los ojos de Europa están vueltos hacia nosotros", dijo Yannis Panagopoulos, líder del sindicato privado GSEE. "Le pedimos al Gobierno que no ceda a los deseos de los mercados, que establezca las necesidades de la gente como una prioridad y adopte una combinación de políticas económicas y sociales que no lleven a la recesión sino a empleos".

CIFRAS DISPARES

La huelga coincide con la visita de funcionarios de la UE que están evaluando si Grecia va camino a reducir su déficit de dos dígitos.

Las frecuentes manifestaciones callejeras en Grecia suelen acabar en violencia, pero la reacción a las medidas de austeridad hasta el momento ha sido en buena parte pacífica. Según los sondeos, la mayoría de los griegos quieren dar tiempo al Gobierno.

Bajo el escrutinio de la UE y de los mercados, el Gobierno hasta ahora se ha negado a ceder a las demandas de los manifestantes y ha dicho que podría tomar más medidas para recortar el déficit después de reunirse con los funcionarios de la UE.

Trabajadores y empresarios dieron cifras muy distintas de participación. El Gobierno dijo que sólo el 16% de los empleados del sector público faltaron al trabajo, mientras el sindicato público ADEDY dijo que la participación en la huelga había sido del 90 por ciento.

La mayoría de las tiendas estaban abiertas, aunque algunos bancos cerraron sus puertas y el caótico tráfico de la capital estaba más tranquilo de lo normal. La Bolsa de Atenas estaba operando normalmente, mientras que los barcos se quedaron amarrados y los monumentos como la Acrópolis cerraron sus puertas.

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