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Julio republicano en Lavapiés

ALFONSO ÁLVAREZ-DARDET

La historia nos recuerda que el 18 de julio fue el día en el que los sublevados iniciaron el golpe de Estado cuyo desenlace originó la dictadura de Franco. Aquella fecha se declaró fiesta nacional, y durante los cerca de 40 años que duró el caudillo en el poder se celebraron numerosos actos conmemorativos por todo el país. Hoy, solo unos pocos nostálgicos marchan en recuerdo de aquellos tiempos, el resto ya pasó página, o está en ello. Como toda contienda, ésta también tiene dos puntos de vistas, el de los vencedores (el que casi siempre prima) y el de los vencidos (el olvidado).

Por eso, Rodolfo Cortijo, director de la compañía La pajarita de papel junto a Violeta Jara, miembro también; Victoria Peinado, de Turlitava teatro,  y otras gentes de las artes escénicas se han unido para recordar a los perdedores y para ello han creado en la sala La puerta estrecha un ciclo de teatro, cine, poesía y exposiciones, con el título Lavapiés no pierde la memoria, del 2 al 31 de julio (Ver PDF con el programa). El objetivo, además de rendir tributo a los que tuvieron que exiliarse por culpa de la represión de la dictadura, es hacer un acto de memoria.

'Pudimos haber elegido abril, que es normalmente lo que elige todo el mundo ya que es el aniversario de la república, pero nosotros decidimos hacer algo diferente y recordar esta fecha', explica Cortijo. Y aunque éste sea un mes difícil para que el público evite las terrazas y decida ir al teatro los organizadores han querido seducir al respetable con propuestas como la versión de Marx en el Soho, de Howard Zinn, renombrada como Marx en Lavapiés en la propuesta de la compañía Turlitava Teatro. La obra se representa del 22 al 31 de julio y es una adaptación de Benjamín Jiménez de la Hoz.

En la original, a Marx se le permite, durante una hora, regresar a la tierra, pero por un error aparece en el Soho de Nueva York, en lugar de en Londres. En la adaptación de la compañía Turlitava, Lavapiés se sitúa como el lugar del equívoco y tiene como principal diferencia, explica su directora Victoria Peinado, que ésta es mucho más teatral. 'En la original el texto es muy denso, aquí nos hemos preocupado un poco más por la historia  y todo es más fluido', asegura. El nexo en común de ambas obras se basa en poner en tela de juicio las ideas de Marx pero sin llegar a ser una función panfletaria, ya que pretende servir de autocrítica, además de mostrar las taras del sistema capitalista.

Otra de las ofertas de teatro que se podrán ver en el ciclo es la obra Tres segundos, de Dolores Lago Azqueta y que se representa el 8, 9 y 10 de julio. El título hace alusión al tiempo que dura la caída a la que se precipita la protagonista desde lo alto de una azotea. Ese instante la lleva de vuelta a vivir momentos importantes de su pasado: La Guerra Civil, el exilio por los Pirineos hacia Francia, los Campos de concentración, El fin de la Segunda Guerra Mundial. Trazos de una vida olvidada que vuelven a abrir unas heridas que nunca cicatrizaron.

Otra de las obras que están en cartel es Borrón y cuenta Vieja, de Verónica Clausich, Amelia Die y Raoul Polar, los días 15, 16 y 17 de julio. Se trata de un proyecto que nació en diciembre de 2013 en la RESAD llamado Duelo y memoria. 'El texto trata sobre los lugares y edificios que han sido olvidados  a raíz de la democracia y han sido importantes, como es el caso de El Corte Inglés que está en la Gran Vías de Les Corts, donde durante la época de Franco había una cárcel de mujeres o el actual edificio de la Comunidad de Madrid, popular por el reloj que da las campanadas de Navidad para todas las televisiones y que está situado en la Puerta de Sol, antiguamente servía de cárcel para los detenidos políticos... y otros enclaves más de la dictadura', explica Die. La función pretende ser un recorrido y una reflexión teatral en la que se da un mensaje: 'se ha hecho borrón, pero todavía quedan cuentas'.

El ciclo también ofrecerá una serie de distintas narraciones de supervivientes de la Guerra CivilAdemás de la propuesta escénica, La puerta estrecha ofrece varios documentales que cuentan con la colaboración del colectivo Imágenes contra el olvido. Todos son de entrada libre y comienzan a las 19.00. El 8 de julio se visionará Santa Cruz... Por ejemplo, de Gunter Schwaiger, Un documental que pretende dar respuestas a cuestiones como ¿Qué es lo que ocurre cuando la gente empieza a hablar después de 70 años de silencio obligado?; el 9 de julio Presos de silencio, de Mariano Agudo y Eduardo Montero, sobre el empeño de Franco por borrar toda huella de los ciudadanos fieles a la República; el 15 de julio La columna de los ocho mil, de Ángel Hernández, Antonio Navarro, Fernando Ramos y Francisco Freire, un escalofriante relato que relata la historia de aquellos que huyeron de sus pueblos por sus ideas políticas y su trágico final. El 16 de julio España, Última esperanza, de Karin Helm y Hermann Peseckas, narra la historia de seis brigadistas internacionales que combatieron por la República Española y su paso por distintos campos de concentración en Francia y Alemania; el 23 de julio Una inmensa prisión, de Carlos Ceacero Ruiz y Guillermo Carnero Rosell, el largo recorre el camino desde los días previos al Golpe de Estado hasta la transición para terminar haciendo una reflexión sobre nuestra sociedad actual.

También, el ciclo ofrecerá una serie de distintas narraciones de supervivientes de la Guerra Civil. Por ello, los organizadores han querido invitar a algunos ciudadanos que han vivido aquella época, para que en primera persona cuenten sus relatos, como es el caso de  un paisano de 105 años que no quiere que su historia caiga en el olvido. Bajo el epígrafe Historia y oralidad, el 10 y 17 de julio a las 19.00, la entrada es gratuita, tendrá lugar Contamos para que no olviden.

La poesía es otro de los pilares de Lavapiés no pierde la memoria. Teniendo la Guerra Civil como epicentro de las reflexiones, la propuesta pretende ser una mirada al pasado, al presente y al futuro. Coordinado por el poeta Alberto García- Teresa, que también interviene, participarán en el encuentro, el 24 de julio y de entrada libre: María Ángeles Maeso, Juan Carlos Mestre y Antonio Crespo Massieu. Una hora antes de cada actividad los visitantes podrán disfrutar de una exposición que recogerá fotografías, dibujos, recortes que tratan temas como el exilio, la posguerra, las cárceles, los campos de trabajo o el propio barrio de Lavapiés.

La actriz y directora Verónica Peinado sintetiza estas jornadas, que si salen bien se repetirán el año que viene,  con un texto de la escritora y dirigente comunista Juana Doña: 'No quería olvidar; olvidar es convertir en cenizas la parte más larga de tu vida, porque el olvido llega cuando casi ya no vives. Olvidar es un despilfarro, es quedarse sin nada, con las manos y la mente vacía'. Una alternativa veraniega llena de cultura, didácticas y muchos motivos para el recuerdo.

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