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Lage y Pérez Roque justifican sus destituciones en Cuba

Ambos ex dirigentes renuncian también a sus cargos en el Partido Comunista

G. CASTILLO / AGENCIAS

Carlos Lage y Felipe Pérez Roque, hasta el martes vicepresidente y ministro de Exteriores cubanos, renunciaron ayer de manera oficial a todos sus cargos en el Gobierno de la isla y en el Partido Comunista de Cuba (PCC) tras reconocer que cometieron errores. Ambos ex dirigentes anunciaron su despedida en sendas cartas enviadas ayer a los diarios Granma y Juventud Rebelde.

Lage expone su renuncia a la vicepresidencia del país, a su asiento en el Buró Político del PCC y en el Comité Central, y a su escaño como diputado en la Asamblea Nacional.

En la misiva subraya que "reconozco los errores cometidos y asumo la responsabilidad. Considero que fue justo y profundo el análisis realizado en la última reunión del Buró Político" en la que se respalda la reestructuración realizada por Raúl Castro en puestos claves del Gobierno cubano.

Pérez Roque, por su parte, desvela en su misiva que deja de pertenecer al Consejo de Estado, al Comité Central del PCC y renuncia a su acta de diputado. Como Lage, el ex canciller reconoce haber cometido errores "y asumo mi total responsabilidad por ellos".

Los motivos internos de estas decisiones siguen siendo un misterio. Sin embargo, fuentes conocedoras de la política cubana consideran que "la mayor sorpresa" no es que Lage y Pérez Roque hayan sido apartados de toda responsabilidad política, "sino el calificativo de indignos utilizado por Fidel para avalar la decisión de Raúl". En el caso del ex canciller, el asombro es grande, sobre todo por su enorme cercanía al expresidente de Cuba y por la austeridad mostrada durante los diez años que ha ocupado su cargo.

Aunque nada ha trascendido sobre el futuro de los dos ex dirigentes, sus destinos podrían ser ocupaciones administrativas. En el caso de Lage, de 57 años y pediatra de profesión, en el Ministerio de Sanidad, una de las instituciones simbólicas de Cuba. Felipe Pérez Roque, de 44 años de edad e ingeniero electrónico, podría irse a una empresa pública.

Otras dos destituciones simbólicas pero que han pasado desapercibidas son las de Pedro Miret, de 82 años y compañero de armas de Fidel en el asalto al Cuartel Moncada, y de Osmany Cienfuegos, 78 años, hermano del héroe revolucionario Camilo Cienfuegos, ex ministro de Turismo y antecesor de Lage en el Consejo de Ministros.

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