Madrid, 10 sep (EFE).- La magia de dos abanicos rindieron esta noche a los espectadores del Teatro Real de Madrid en las manos de la bailarina rusa Maya Plisetskaya, en el homenaje que le rindió la danza, y que presidieron los Príncipes de Asturias.

Cuando apenas le faltan dos meses para cumplir los 82 años, la "reina del aire" cautivó con su "Ave Maya"-creada especialmente para ella por Maurice Béjart, con música de Bach y Gounod- ante un auditorio entregado de antemano a su genialidad, que ni siquiera el paso de los años ha logrado quebrar.

Y es que Plisetskaya se ha convertido en una leyenda y en una de las claves para entender lo que ha sido la danza en el siglo XX, cuando octogenaria y con el título más prestigioso que una artista de su especialidad puede conseguir, el de "Prima ballerina assoluta", hace posible, como hoy, que su presencia en un escenario sea un sueño.

Le acompañaron Riccardo Bini al piano y Julia Malkova a la viola y el público no dejó que se bajase el telón antes de que Plisetskaya repitiese su actuación.

Apoyada en todo momento por su esposo, el músico Rodion Scherdrin, Plisetskaya- también esta noche y siempre en un segundo plano- agradeció el homenaje y muy especialmente las felicitaciones que recibió, junto a sus compañeros de escena.

Don Felipe y Doña Letizia presidieron la actuación en la que también intervino su compañera en el Premio Príncipe de Asturias de las Artes 2005 y primera bailarina del Royal Ballet de Londres, Tamara Rojo (1974), quien inició las actuaciones con "Cinco valses de Brahms a la manera de Isadora Duncan", con coreografía de Frederick Ashton.

Los Príncipes, que a su llegada a la plaza de la Ópera fueron recibidos por el ministro de Cultura, César Antonio Molina, y el gerente del Teatro, Miguel Muñiz -quienes después les acompañaron en el palco real- fueron saludados nada más entrar en el vestíbulo del coliseo por la homenajeada.

Don Felipe y Doña Letizia, una vez terminadas las actuaciones, se acercaron hasta el escenario para felicitar uno a uno a los bailarines, con los que posaron para una foto de familia, a la que también se sumó César Antonio Molina.

No puede haber mejor homenaje para una bailarina que aquel en el que los que siguen sus pasos y entre los que se encuentran los mejores del mundo comparten con ella un escenario como ocurrió esta noche.

Carlos Acosta, Lola Greco, Ricardo Cervera, María Aleksandrova, Andrei Uvarov, Natalia Osipova o Dmitry Belogolovtsev fueron algunos de los que provocaron que el Teatro Real se rompiera en aplausos y bravos.

El programa incluyó el ballet "Don Quijote", obra que hizo que Plisetskaya se fijara en España desde muy pequeña, o "La muerte del cisne", que su cuerpo en movimiento convirtió en un reto difícil de superar para sus sucesoras, como se pudo comprobar en el vídeo que se proyectó antes de comenzar el espectáculo.