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Obama critica a los republicanos por bloquear la ley de ayuda a pequeñas empresas

EFE

El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, volvió a arremeter hoy contra sus rivales republicanos por bloquear un proyecto de ley en el Senado para otorgar recortes tributarios adicionales a las pequeñas empresas.

Los republicanos impidieron que el proyecto se sometiese a votación esta semana al recurrir al filibusterismo, un procedimiento parlamentario para prolongar las discusiones e impedir que una medida se someta a votación.

"Eso no está bien", dijo Obama durante su tradicional mensaje radiofónico de los sábados en el que instó a los republicanos a que "permitan una votación a favor o en contra" de la propuesta que, insistió, permitiría crear nuevos empleos en el país.

Por lo demás, Obama, que el viernes se desplazó al estado de Michigan para visitar las plantas de ensamblaje de las automovilísticas General Motors (GM) y Chrysler, celebró en su discurso la que describió como exitosa reestructuración del sector.

Recordó que en los doce meses anteriores al inicio de su Presidencia (en enero de 2009), las automovilísticas "perdieron cientos de miles de empleos" y sus ventas se redujeron "en un 40 por ciento" y dijo que el sector estuvo al borde del colapso.

Indicó que ante la difícil situación su Gobierno ofreció al sector ayuda a cambio de que emprendiese una gran reestructuración para "adaptarse y competir" en el siglo XXI, una apuesta que, dijo, ha dado resultados.

"Desde que GM y Chrysler salieron de la bancarrota, nuestro sector industrial ha agregado 55.000 puestos en el mejor periodo de generación de empleo en más de diez años", afirmó.

Añadió, que "por primera vez desde el 2004, las operaciones de los tres fabricantes de autos de EE.UU. son rentables" y las ventas han comenzado a repuntar.

Destacó que la industria ha comenzado a construir autos de alta calidad y consumo eficiente, como el híbrido Chevy Volt, que, indicó, puede recorrer 64 kilómetros antes de empezar a consumir gasolina.

La semana próxima, Obama tiene previsto visitar en Chicago una planta de ensamblaje de Ford, la única de las "tres grandes" que no solicitó ninguna asistencia del Estado durante lo peor de la crisis que amenazó con la quiebra del sector entre 2008 y 2009.

En 2009, Washington destinó unos 50.000 millones de dólares a General Motors, lo que permitió que el mayor fabricante estadounidense de automóviles se reestructurara para competir mejor contra las empresas asiáticas.

A cambio de esa ayuda, el Departamento del Tesoro de EE.UU. se convirtió en el mayor accionista de la compañía.

El actual presidente y consejero delegado de GM, Ed Whitacre, ha señalado que GM podría volver a cotizar en bolsa a finales de año lo que permitiría que el Gobierno recuperase todo o parte de su inversión en la compañía.

Washington también ha proporcionado unos 10.000 millones de dólares a Chrysler, que en la actualidad está bajo control de la italiana Fiat.

Las dos compañías han señalado que en la actualidad sus operaciones son rentables.

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