Opel dio la espalda el miércoles a las ayudas estatales para su reestructuración, tras meses de negociaciones con los gobiernos europeos, y dejará que sea la casa matriz la que financie el programa.

La filial europea de la automotriz estadounidense General Motors dijo que sus necesidades de efectivo no han cambiado, pero que el proceso de obtener ayuda estatal es demasiado lento y complejo.

"No podemos permitirnos tener planes de financiación inciertos y nuevas y complejas negociaciones que ocupan mucho tiempo en un momento en el que necesitamos seguir invirtiendo en nuevos productos y tecnologías", declaró en un comunicado el consejero delegado de Opel, Nick Reilly.

Esa decisión puede resultar sorprendente, después de que GM insistiera durante meses en que necesitaba la ayuda de los gobiernos europeos para reestructurar la deficitaria marca europea, recortando un 20 por ciento su capacidad y rejuveneciendo la mayor parte de sus modelos hasta finales de 2014.

También llega en una semana en la que el Gobierno alemán rechazó la petición de Opel para que borrara 1.100 millones de euros en préstamos.

"La decisión del Gobierno alemán (...) fue decepcionante y significa que la conclusión de estas garantías probablemente esté a meses de distancia", dijo Opel el miércoles.

El ministro alemán de Finanzas, Rainer Brüderle, saludó el hecho de que GM asuma la responsabilidad por su filial europea y agregó que Opel se puede volver a centrar en fabricar coches.

"Opel tiene un futuro, si GM no apuesta con él", declaró el ministro alemán tras el comunicado de la automovilística.

como España, Reino Unido, Austria, Hungría y Polonia - que contribuyeran con 2.700 millones de euros de los 3.700 millones de euros que necesitaba, pero posteriormente prometió cubrir poco más de la mitad de la cantidad.

"Apreciamos el apoyo mostrado por ciertos gobiernos, en especial el de Reino Unido y España, pero tenemos que seguir adelante", dijo Reilly.

FORTALEZA FINANCIERA

La decisión de Brüderle se produjo poco después de que Berlín presentase un programa de ahorros por valor de 11.200 millones de euros, mientras la canciller Angela Merkel dijo que haría todo lo posible para ayudar a la fuerza laboral de Opel.

El año pasado, Merkel participó en las negociaciones para salvar Opel y sus 25.000 empleos en el país, y organizó un acuerdo para venderla a la canadiense Magna. Pero en el último minuto, GM decidió mantener y reestructurar Opel en vez de venderla.

El giro de GM desde la quiebra a la rentabilidad en sólo 12 meses, lo que lo ayudó a conservar Opel, ha socavado el intento de su filial de conseguir ayuda estatal. Opel dijo que la mejora en la fortaleza financiera de su matriz en Estados Unidos fue un factor decisivo para retirar las solicitudes de ayuda.

Reilly indicó recientemente que las necesidades totales de financiación eran de 3.300 millones de euros y que la financiación adicional necesaria de GM es de entre 1.600 y 1.800 millones de euros.