El Ministerio de Industria ultima la resurrección del Plan Vive de renovación del parque automovilístico, dado por muerto 100 días después de lanzarse. La principal novedad de la ampliación del plan, que estudiará este viernes el Consejo de Ministros, es la posibilidad de que se acojan a él vehículos con más de 250.000 kilómetros, independientemente de su antigüedad.

Actualmente, el plan facilita la financiación de vehículos poco contaminantes a cambio de entregar coches con, al menos, 15 años de antigüedad. Es muy probable que, además, se rebaje esa cifra a diez años, tal y como adelantó ayer este periódico. Ello permitiría que se acoja al programa en torno al 35% del parque automovilístico, en lugar del 10% actual.

No hay estimación sobre cuántos vehículos podrían acogerse al Vive gracias al baremo de los 250.000 kilómetros. Podrían ser 'muchos cientos de miles', según fuentes al tanto del proceso.

En lo que no habrá cambios es en el modelo, basado en subvencionar la financiación en lugar de dar ayudas directas, como hacía el antiguo Plan Prever. El ministro de Industria, Miguel Sebastián, aseguró ayer que la reforma del plan mantendrá 'el tope presupuestario' que existía con el anterior diseño y se realizará 'en diálogo con el sector'.

El plan tiene un presupuesto de partida de 1.200 millones de euros. 500 millones se emplearán este año, otros 500 millones en 2009 y 200 millones en 2010.

Otro aspecto que Industria podría modificar es la eliminación del tope del precio de 20.000 euros para poder acceder a las ayudas. Lo que no se plantea es ampliar el tope de emisiones de los coches que pueden comprarse.