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Portugal combate las llamas en unos de sus santuarios ecológicos

EFE

Portugal continúa la lucha contra los incendios, que golpean el norte del país desde la semana pasada, y hoy combatía con cientos de efectivos los focos activos en el parque natural Peneda-Gerés, muy cerca de la frontera con Galicia.

A pesar de que la violencia de las llamas ha dado un pequeño respiro, los más recientes datos sobre las últimas semanas son desoladores: cerca de 8.000 fuegos fueron identificados por las autoridades desde el pasado 23 de julio.

La Autoridad Nacional de la Protección Civil (ANPC) ha desvelado también que en este año se han registrado 14.601 incendios, valor muy aproximado a la suma de los identificados en 2007, 2008 y 2009.

Las últimas estimaciones elevaban la superficie ardida durante este año a más 74.000 hectáreas, de las que unas 58.000 correspondieron al presente mes de agosto, y cálculos oficiales han tasado las pérdidas en 210 millones de euros.

La oleada de incendios ha provocado la evacuación temporal de aldeas, el corte de carreteras y líneas ferroviarias, y ha atacado a dos de los pulmones del país: el parque Peneda-Gerés y el de Serra da Estrela.

El incendio de Mezio-Travanca, en Arcos de Valdevez, distrito de Viana do Castelo, consume área forestal desde hace seis días y, según la ANPC, allí se empleaban hoy 175 efectivos, tres helicópteros y dos avionetas.

Según las autoridades, las principales dificultades para apagarlo son las dificultades de acceso -es un terreno escarpado- y el viento fuerte.

El segundo incendio en el Peneda-Gerés está situado en Fafiao, en la localidad de Montalegre, distrito de Vila Real, y en él trabajaban ocho bomberos, dos vehículos terrestres y un helicóptero.

Aunque sus proporciones no son especialmente preocupantes, su principal peligro es su proximidad al "Bosque del Cabril", uno de los santuarios naturales del país y cuya superficie ya ha padecido el efecto devastador de las llamas.

Esta zona, que se mantiene casi virgen por apenas haber sufrido la intervención humana, cuenta con robles centenarios, encinas y una gran variedad de especies animales, como gatos salvajes, cabras montesas, anfibios, reptiles y topos de agua.

Otras de las joyas naturales acechadas por las llamas ha sido el parque natural de Serra da Estrela, próximo a la región española de Castilla y León.

En Gouveia, distrito de Guarda, un incendio deflagró esta madrugada y ha vuelto a encender las alarmas de las autoridades, que han sofocado varios fuegos en esa misma zona durante la última semana.

El comandante de operaciones de la ANPC, Paulo Gil Martins, ha expresado su inquietud por la situación y reconoció que faltan medios para evitar la reactivación de fuegos una vez que están dominados.

"Es evidente que si tenemos un incendio hacemos, seguro, una extinción perfecta de los rescoldos", pero, añadió: "Si tenemos 500 incendios no hacemos extinciones de rescoldos perfectas", y recordó que Portugal no puede soportar tantos fuegos.

No sólo el Portugal continental ha estado bajo las llamas, ya que la isla de Madeira, situada en el océano Atlántico, padeció en los últimos días graves incendios que destruyeron zonas boscosas de su cordillera central, así como de un parque ecológico.

Aunque la situación hoy estaba controlada, las llamas afectaron al Parque Ecológico de Funchal, un área con 1.000 hectáreas con una altitud que varía entre los 470 y 1.810 metros y que encierra un valioso ecosistema.

Portavoces de la Asociación de los Amigos del Parque Ecológico de Funchal aseguraron que este es "un desastre mucho más grave, en términos ecológicos, que el temporal del 20 de febrero", aunque sin víctimas humanas.

La isla de Madeira padeció el pasado febrero un fuerte temporal de lluvia que arrasó varias poblaciones y se cobró la vida de 42 personas.

Los fuegos estivales son atribuidos en un 97 por ciento a la acción del hombre y en los últimos días fueron detenidos más de una decena de supuestos pirómanos.

La proliferación de incendios llegó a recordar a los trágicos sucesos de 2003 y 2005, cuando ardieron en Portugal 425.726 y 338.000 hectáreas, respectivamente.

El presidente del país, el conservador Aníbal Cavaco Silva, y el primer ministro, el socialista José Sócrates, tuvieron que interrumpir el pasado viernes sus vacaciones para seguir de cerca las operaciones de combate a las llamas.

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