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Reino Unido no quería dañar la relación con Libia por Lockerbie

Reuters

Reino Unido no quería ofender a Libia al excluir al condenado por el atentado de Lockerbie de un acuerdo para transferir prisioneros y le informaron de que su muerte en una cárcel escocesa hubiera dañado las relaciones con Trípoli, según mostaron el martes documentos oficiales.

apoyando la afirmación de Londres de que no presionó a favor de su liberación para obtener beneficios empresariales.

La puesta en libertad de Abdel Baset al Megrahi de una cárcel escocesa el mes pasado enfureció al Gobierno estadounidense y a muchos familiares de las 270 personas que murieron en el atentado contra el vuelo de la Pan Am sobre la localidad escocesa de Lockerbie en 1988.

"La correspondencia demuestra que, en todo momento, la transferencia de Megrahi fue una decisión de los ministros escoceses", dijo el Ministerio de Exteriores británico, en un comunicado tras publicar las cartas.

Los documentos demuestran que las mejores relaciones con Libia, incluido un acuerdo para trasladar prisioneros, era clave para Reino Unido.

El deseo escocés de que individuos como Megrahi quedaran excluidos de cualquier acuerdo de traslado de presos fue rechazado como un posible revés para mejorar los lazos.

"Me pregunta a qué me refiero con intereses nacionales. Desarrollar una relación fuerte con Libia y ayudar a reintegrarla en la comunidad internacional es bueno para el Reino Unido", dijo el ministro de Justicia, Jack Straw, en una carta al primer ministro de Escocia, Alex Salmond, fechada el 11 de febrero de 2008.

"No creo que sea necesario, o sensato, arriesgarse a dañar nuestro amplio rango de relación beneficiosa con Libia insertando una exclusión específica en el pacto".

EFECTOS CATASTRÓFICOS

Los documentos difundidos por el Gobierno escocés mostraron que los responsables libios advirtieron a Londres de que la muerte de Megrahi en una prisión escocesa hubiera tendido "efectos catastróficos para la relación entre Libia y Reino Unido".

En una reunión en Escocia en marzo, responsables libios dijeron que el primer ministro británico, Gordon Brown, les había asegurado que no quería que Megrahi muriera en la cárcel pero que la decisión dependía del Gobierno escocés.

Brown dijo que había hablado sobre el caso con el líder libio, Muamar el Gadafi, durante la cumbre del G-8 en Italia en julio, donde le comunicó que cualquier decisión la tomaría Edimburgo.

"Le dejé absolutamente claro que no era una decisión... que nosotros, Reino Unido, pudiéramos tomar. Era un asunto del Ejecutivo escocés, y fue su decisión, y únicamente su decisión", dijo Brown en una entrevista con el Financial Times publicada el martes.

El Gobierno escocés, que tiene control sobre muchas áreas de la política, dijo que Megrahi fue liberado antes porque sufría un cáncer terminal que le causará la muerte en tres meses.

El lunes, Libia negó las especulaciones de que había cerrado acuerdos petroleros con Reino Unido para devolver el favor de la liberación de Megrahi.

Sin embargo, varios periódicos informaron de que Reino Unido presionó a Escocia para liberar al ex agente libio y mejorar así los lazos económicos con Libia, que tiene las más importantes reservas de petróleo de África.

El líder opositor británico, el conservador David Cameron, dijo que dichas acusaciones eran bochornosas y que podrían dañar aún más las relaciones de Reino Unido con Estados Unidos.

Los escoceses están divididos sobre la decisión de liberar al condenado por motivos humanitarios, según una encuesta de Ipsos MORI Scotland parar Thomson Reuters.

Un 42 por ciento de los 1.000 escoceses encuestados estaban de acuerdo con la decisión, mientras que el 46 por ciento se opuso.

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