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Rusia entierra a una descendiente de la dinastía Romanov

Reuters

La gran duquesa Leonida Georgievna, una importante descendiente de la Casa Romanov de zares rusos, fue enterrada el jueves en la antigua capital imperial de Rusia tras más de 90 años en el exilio.

La duquesa, la última representante de la Casa Romanov nacida en Rusia antes de la Revolución Bolchevique de 1917, murió en Madrid a los 95 años el mes pasado.

De acuerdo a su voluntad, fue enterrada en el Mausoleo Ducal de la magnífica Catedral San Pedro y San Pablo junto a su esposo, el gran duque Vladimir Kirillovich, quien murió en 1992.

El duque era el único hijo del gran duque Kirill, quien fue considerado por muchos rusos monárquicos como el principal sucesor del trono tras el asesinato del último zar, Nicolás II.

"Hoy enterramos toda una época", dijo a Reuters Sergei Mankov, portavoz de la Casa Imperial Rusa de la dinastía Romanov.

"Todos los monarcas europeos, ganadores de Premios Nobel y presidentes (...) todos besaron su mano", recordó.

El ataúd de la duquesa fue envuelto en una bandera tricolor rusa y un estandarte imperial amarillo con el águila de dos cabezas de los Romanov.

"Toda su vida vivió pensando en Rusia, estableciendo organizaciones de caridad para los huérfanos", agregó el portavoz.

Leonida Georgievna nació el 6 de octubre de 1914, en la familia del príncipe Georgy Bagration de Mukhrani, cuyos ancestros gobernaron el reino de Georgia durante más de tres siglos, hasta que fue anexionado por el imperio ruso.

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