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El Santander planea cerrar 700 oficinas tras absorber Banesto

Banesto desaparecerá como marca comercial. El Santander pagará una prima del 25% a los accionista de Banesto. La cotización de ambas entidades fue suspendida hasta las 11:30 horas

EUROPA PRESS

Ya formaba parte de la familia, pero no de forma oficial. Ahora, el Banco Santander absorbe Banesto. El consejo de administración del Banco Santander, que ya posee un 89,74% del Banco Español de Crédito, ha aprobado este lunes por la mañana la fusión por absorción de esta entidad, una de las  más antiguas de España, con más de cien años de historia , que posee un 89,74% de la entidad, informó la entidad a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).

En una nota enviada a la CNMV, dicha operación se enmarca en 'un proceso de integración comercial, agrupando bajo la marca Santander a Banesto y Banif', la filial de banca privada del grupo. Esta es una decisión que se enmarca en el proceso de reestructuración que vive el sector bancario español. En el caso de Banesto, la decisión pone fin a casi dos décadas de convivencia entre las dos estructuras, desde 1994, cuando el Santander se adjudicó en subasta a la entidad, que meses antes había sido intervenida por el Banco de España.

Durante años, la dirección del Santander defendió el modelo de convivencia entre las dos marcas. Lo hizo también el actual consejero delegado del grupo, Alfredo Sáenz, a quien el Gobierno puso al frente de Banesto tras la intervención de 1993. En sus intervenciones públicas, tanto Sáenz como el presidente del Santander, Emilio Botín, han defendido la pervivencia de Banesto como marca y entidad jurídica independiente, así como su negativa a venderla a terceros.

Con esta absorción, el grupo Santander tiene previsto ahorrar unos 520 millones de euros

Ahora, la propia reestructuración del sector financiero español ha llevado a la entidad cántabra a plantear un nuevo modelo de negocio en España, que pasa por un adelgazamiento de su estructura y la desaparición, definitiva, de la marca Banesto y Banif. 

La fusión, según el Santander, agrega valor desde el primer momento, mejorando el beneficio por acción en un 3% al tercer año. Por otra parte, la integración de Banif, filial 100% del Grupo, permitirá potenciar el segmento de banca privada de Banco Santander. Banif ha desarrollado un modelo de banca privada integral que le ha diferenciado de sus competidores, gestiona más de 36.000 millones de euros y cuenta con 550 empleados que trabajan en 52 oficinas.

Con esta absorción, el grupo Santander tiene previsto ahorrar unos 520 millones de euros al año, que procederán de la integración de los servicios centrales y el cierre de 700 sucursales, según fuentes de la entidad. Santander tendrá una red de 4.000 sucursales bajo una misma identidad corporativa.

De este modo, la cuota de mercado de oficinas de Santander en España pasará del 10% de 2008 al 13% en 2015, ya que la reducción de oficinas prevista es 'muy inferior' a la que se está produciendo en el mercado, según el banco. Santander señala que la optimización de la red supondrá una reducción en el número de empleados, que se hará 'de manera progresiva y sin medidas traumáticas mediante la recolocación en otras unidades del grupo Santander tanto en España como en el extranjero, la rotación natural de plantillas y las bajas incentivadas.

Con esta operación, los accionistas minoritarios de Banesto, que tienen un 10,26% de su capital, recibirán acciones en circulación de Banco Santander. En concreto, la ecuación de canje será de 0,633 acciones de Santander, de 0,5 euros de valor nominal cada una, por cada acción de Banesto, de 0,79 euros de valor nominal cada una. Esto supone una prima del entorno del 45% sobre el valor medio de cotización de las acciones de Banesto durante los últimos 6 meses y de un 24,9% sobre el precio de cierre de la acción de Banesto el 14 de diciembre, resultando en 3,73 por acción de Banesto. Santander tiene previsto entregar como canje de las acciones de Banesto acciones propias en autocartera.

'Esta es una gran operación para todos. Para los accionistas de Santander y de Banesto, que reciben una prima del 25% y acciones que tienen el dividendo más atractivo del mercado; para los clientes, que tendrán acceso a las más de 14.000 oficinas del banco en todo el mundo, y para los empleados, que podrán desarrollar una carrera profesional internacional. Santander es el banco más sólido y potente de la banca española', explicó Emilio Botín.

Minutos después de anunciar esta operación, la CNMV suspendió cautelarmente la cotización de Santander y Banesto al concurrir circunstancias que pudieran perturbar el normal desarrollo de las operaciones sobre dichos valores. A las 11:30 horas las dos entidades reanudaron su cotización. El Santander cedía en el entorno del 1% al volver al parqué.  Banesto volvió a cotizar con un avance del 20% después de conocerse la fusión.

Santander cerró el pasado viernes a un precio de 5,90 euros por acción, sin cambios respecto al día anterior, mientras que Banesto cayó un 0,3% el viernes, hasta 2,99 euros.

El Banco Santander logró un beneficio neto de 1.804 millones de euros hasta septiembre, un 66% menos que en 2011, tras cubrir el 90% de los requerimientos de la normativa sobre riesgos inmobiliarios. En el mismo periodo, Banesto obtuvo un beneficio neto atribuible de 50,1 millones de euros, un 83,2% menos que en el mismo periodo de 2011, tras hacer dotaciones y saneamientos por importe de 1.462 millones de euros.

La integración definitiva y total de Banesto en el grupo Santander, al que pertenece desde hace casi dos décadas, supondrá la desaparición de una marca con 110 años de historia, que tuvo un papel esencial en el desarrollo industrial español. A lo largo de este siglo largo de vida, el 23 de diciembre de 1993 fue cuando Banesto vivió el momento más difícil de su historia. Aquel día, el organismo supervisor decidió destituir a todo el Consejo de Administración, presidido entonces por Mario Conde, quien acabaría cumpliendo pena de cárcel por su gestión al frente de la entidad. Tras la intervención y la adjudicación al Santander, Banesto vivió una de las juntas de accionistas más largas y complicadas de la historia empresarial española, en las que se necesitaron ocho horas para que los accionistas aprobaran la operación. La intervención de Banesto puso fin, no solo a la ascensión meteórica de Mario Conde, entonces considerado un advenedizo de la banca, sino también a la fuerte expansión de la entidad financiera, que llegó a acumular una importante cartera industrial y llegó a ser uno de los cinco grandes del sector financiero español.

De hecho, a lo largo de sus más de cien años de historia —fue fundado en 1902— Banesto ha protagonizado casi una treintena de fusiones, lo que le ha permitido absorber a entidades como el Banco de Vitoria, la Banca Coca, la Banca Garrigues Nogues, o décadas antes el Banco de Oviedo, de Burgos, y el Banco Comercial de Valencia. Años antes de su intervención, Banesto protagonizó otro incidente, del que salió airoso, con el lanzamiento de una opa hostil por parte del Banco de Bilbao, en noviembre de 1986. Días antes de esta operación, el Bilbao había propuesto a Banesto una fusión, que fue rechazada por el consejo de administración.

Banesto era ya en esa época uno de los grandes de la banca española, gracias a las expansión territorial que vivió en los años 70, y que le llevó a abrir oficinas en muchos de los puntos de la geografía española donde no había presencia financiera. En sus momentos de máxima expansión, llegó a contar con más de 2.000 oficinas. Hoy en día cuenta con 1.698, muchas de ellas solapadas con el Santander, gracias a un modelo de convivencia de las dos marcas que ahora toca a su fin.

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