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Sindicatos y patronal buscan un acuerdo, pero aún distantes

Reuters

Por Jason Webb

Las empresas y los sindicatos españoles han plasmado acuerdos en el pasado para hacer más competitivo al país y ahora coinciden en que se necesita con urgencia hacer lo mismo, aunque sus recetas para ahorrar a España años de miseria económica son radicalmente distintas.

Antes de la introducción del euro, España recurría a la devaluación para sortear las crisis económicas, pero en la crisis financiera actual se encuentra en una situación extraordinariamente complicada tras una década de crecimiento basado en el crédito fácil, el empleo poco cualificado y una intensa construcción de viviendas que ha resultado en una bolsa de cientos de miles de casas sin dueño.

casi el doble del mínimo marcado en 2007, antes de la crisis -, la continua pérdida de empleo empujará a España a niveles de depresión.

"¿Qué puede hacer España?: Necesita volverse más competitiva, pero no puede devaluar la moneda porque es miembro del euro. Así que la única alternativa es recortar los salarios, algo extremadamente difícil de conseguir", escribía el premio Nobel de economía Paul Krugman en su blog del New York Times, añadiendo que de otro modo el país se enfrentará a años de estancamiento.

Krugman calcula que España tiene que recortar sus costes en un 15 por ciento para ser más competitiva tras años en los que las tasas de inflación han sido superiores a las de otros países de la zona euro.

Esto, unido a la fortaleza del euro, ha convertido a Madrid en una capital más cara que Londres, según la división Economist Intelligence Unit de The Economist.

Evitar las huelgas y conflictos sociales al mismo tiempo que intentar hacer negocios más baratos en España será inmensamente difícil. Pero el país ya tiene precedentes en lo que a grandes acuerdos entre los agentes sociales se refiere y ahora todas las partes se esfuerzan en repetirlo.

Comisiones Obreras quiere un acuerdo con la patronal que desvíe el enfoque económico de la construcción a una industria productiva.

Por otra parte, el presidente del BBVA, Francisco González, ha pedido un acuerdo nacional en la línea de los "Oactos de la Moncloa" de 1978, cuando empresa y sindicatos se apretaron los cinturones en beneficio del país.

El presidente del segundo banco español recordó en la junta de accionistas que España ya ha superado en el pasado situaciones muy difíciles con el consenso y el esfuerzo colectivo, pero advirtió que "si no trabajamos todos juntos, esta crisis será larga y dolorosa, y limitará nuestra capacidad de crecimiento a futuro".

LA HUELGA NO ESTÁ EN LA AGENDA

El Gobierno está impulsando las negociaciones entre la CEOE y los principales sindicatos. Las empresas piden rebajas fiscales en la contratación y un despido más barato, mientras que los sindicatos quieren que se protejan los derechos de los trabajadores, si bien ambas fuerzas han quitado hierro a rumores de confrontaciones como las que han llevado a huelgas generales en la vecina Francia.

"En este momento, las protestas y las huelgas generales no se encuentran en la agenda", dijo el secretario general de la CEOE, José María Lacasa.

Comisiones Obreras se ha echado atrás de anteriores amenazas de huelga en caso de recortarse los beneficios laborales y quiere dar a las empresas una oportunidad.

El economista jefe del sindicato, Miguel Ángel García, reconoce que los costes salariales son un problema en España, pero señala que las empresas también tienen que sacrificarse y no sólo los trabajadores.

Para García, el precio de los bienes y servicios no es sólo el producto de los costes salariales, sino también de las rentabilidades sobre el capital, que en España en su opinión son muy altas.

Aunque es relativamente caro y difícil despedir a un trabajador, los salarios son muy inferiores a los de Reino Unido o Alemania a pesar del alto coste de la vida en España, y la mayoría de trabajadores ganan 1.300 euros al mes o menos.

Durante los años del boom económico a partir de 1987, el porcentaje del Producto Interior Bruto (PBI) destinado a salarios cayó en más de dos puntos porcentuales, ya que los trabajadores financiaron con deuda gran parte de su consumo.

Simultáneamente, el sector empresarial español creció enormemente, con muchos de sus grandes nombres como Telefónica, Banco Santander y BBVA adquiriendo una destacada dimensión internacional.

Haga lo que haga España, el camino será doloroso, pero al menos cuenta con ciertas ventajas sobre Italia, otro país de la eurozona con la economía en problemas, ya que es todavía menos competitiva y con un endeudamiento público mucho más elevado.

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