Un suicida condujo el domingo un vehículo repleto de explosivos hasta una multitud de agentes de policía durante un cambio de guardia afuera de una estación policial en Bagdad, matando a cuatro personas e hiriendo a otras 12, dijo una fuente del Ministerio del Interior iraquí.

El suicida atacó en el distrito de Amil, de mayoría shií, en el suroeste de la capital iraquí, dijo la fuente.

Las tensiones han permanecido en lo alto desde una elección parlamentaria, realizada hace casi tres meses y que no produjo un claro ganador, lo que obligó a negociaciones potencialmente divisivas entre las facciones chiíes, suníes y kurdas de Irak para formar un nuevo Gobierno.

La violencia general ha caído desde que alcanzó sus peores nivles en el 2006 y 2007, cuando decenas de miles de personas murieron.

Pero las bajas civiles han aumentado desde la elección del 7 de marzo. Las autoridades iraquíes dijeron que 275 civiles murieron en explosiones de bombas y otros ataques en mayo, en tanto, 274 perecieron en abril, un alza respecto a las 216 muertes registradas en marzo y 211 en febrero.

Una coalición electoral de varias sectas liderada por el ex primer ministro laico Iyad Allawi logró un fuerte respaldo de la minoría suní de Irak para conseguir una ventaja de dos escaños sobre el bloque chií dirigido por el primer ministro Nuri al Maliki.

Sin embargo, el grupo Imperio de la Ley de Maliki ha anunciado una posible alianza con quienes terminaron terceros, la Alianza Nacional Chií Iraquí, para formar un bloque único en el parlamento.

Allawi ha advertido que cualquier intento de los grupos chiíes por formar un gobierno que excluya a la coalición Iraquiya, apoyada por los suníes, podría motivas nuevos hechos de violencia.

El sábado, hombres armados mataron a un candidato de Iraquiya que no ganó en las elecciones. Faras al-Jubouri fue acribillado en su casa, cerca de la ciudad de Mosul, en el norte del país.

Es el segundo candidato de Iraquiya asesinado desde la elección.