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El uso de tacón alto multiplica por diez las operaciones en pies de mujeres

EFE

La estética y la moda han multiplicado por diez las deformidades en los pies de la mujer y el uso de calzado estrecho, de punta fina y tacón alto supone el factor más importante en la patología del pie, según se denunció hoy en el II congreso internacional de Cirugía Mínimamente Invasiva de Pie y Tobillo que se celebra por vez primera en España.

Los doctores Mariano de Prado, Pedro Luis Ripoll y Niek Van Dijk operaron hoy en directo el tobillo de la bailarina profesional Celina Franco, de 22 años, que desde hace un año padece una lesión que le impide bailar, y que estos cirujanos garantizan que solucionarán con la citada técnica.

Se trata de una joven afectada por el síndrome de "conflicto anterior" en el tobillo, una afección propia del ballet clásico, y que si no se recupera al cien por cien pone en peligro la carrera profesional de estas personas.

Este evento científico se desarrolla en Murcia por la labor pionera que De Prado y Ripoll llevan realizando desde hace quince años, y así deportistas de la talla de Xavi Alonso, Metzelder, Aranburu y Alquiza han pasado por sus manos, mientras que el holandés Van Dijk es el padre de la astroscopia por vía posterior de tobillo, y por su clínica en Amsterdam han pasado Van Nistelrooy y Cristiano Ronaldo, entre otros.

Estos expertos recomiendan a las mujeres que utilicen el calzado alto solo en ocasiones especiales, pero no a diario.

Además advierten de la publicidad engañosa en este tipo de intervenciones con anuncios de operaciones milagro con cirugía con láser, cuando el láser "no es efectivo para estas patologías del pie" y estas técnicas provienen de profesionales sin titulación o capacitación.

De Prado vaticina que el reto de los próximos años será la incorporación de robótica para aumentar la precisión, así como el uso en los quirófanos de nuevos métodos de estudios radiográficos tridimensionales durante la realización de la cirugía, permitiendo controlar y visualizar exactamente las estructuras anatómicas lesionadas y la situación de los tejidos colindantes.

Ripoll agrega que estos les ayudará a hacer mucho menos agresiva la actuación quirúrgica.

De Prado precisa que la cirugía mínimamente invasiva no supone que la tradicional haya perdido su vigencia, sino que se utilizan indistintamente unas y otras técnicas en función del problema que se vaya a tratar, y en el caso de los deportistas, éstos exigen una recuperación rápida y que las heridas sean inapreciables, por lo que son los que más acuden a este tipo de operaciones.

De Prado y Ripoll presiden la Fundación Amical (Asociación Médica para la Investigación y Desarrollo de las Ciencias del aparato Locomotor), que ha congregado estos días a más de medio millar de especialistas en traumatología y cirugía ortopédica procedentes de Europa y América, que además de esta operación, han podido ver en directo otras cinco intervenciones quirúrgicas a pacientes de Murcia, Almería y Alicante.

Los cirujanos debatieron sobre las últimas innovaciones en operaciones sin bisturí, ya que la mayor parte de las intervenciones quirúrgicas de rodilla, hombro o tobillo ya se realizan mediante técnicas artroscópicas.

El cirujano ortopédico hace una pequeña incisión en la piel del paciente y luego inserta un instrumento del tamaño de un lápiz, que contiene una pequeña lente y un sistema de luces para magnificar e iluminar la estructura dentro de la articulación.

La luz es transmitida a través de fibras ópticas hasta la punta del artroscopio que ha sido insertado dentro de la articulación, y luego, al conectar este artroscopio con una cámara de televisión miniatura, el cirujano puede observar el interior de la articulación a través de una incisión muy pequeña.

La cirugía percutánea del pie es un método quirúrgico que permite operar la lesión a través de microincisiones (sólo 0,5 centímetros) por donde se introduce una cámara para visualizar los pasos quirúrgicos, que se vigilan mediante un control radiológico.

Este método ocasiona un trauma mínimo de los tejidos próximos con la consiguiente disminución del dolor, el edema y la discapacidad.

La cirugía percutánea se emplea para curar numerosas enfermedades del pie, tanto lesiones traumáticas o producidas por sobrecarga (fascitis plantar, tendinitis aquíleas) como deformidades congénitas o adquiridas (dedos en garra, hallux valgus o juanetes, metatarsalgias, espolón calcáneo).

En el 95% de los casos sólo se requiere anestesia local, por lo que el paciente puede abandonar el hospital tras la intervención.

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