Un porcentaje suficiente para ganar, pero insuficiente para quedarse con buen sabor de boca. Así logró Mario la victoria en la gran final de Operación Triunfo , y así consiguió Telecinco liderar en su franja. La cadena superó a todos sus rivales, aunque la reñida final no generó la expectación que se esperaba y tan sólo 2.268.000 personas siguieron la última gala del concurso. Una cifra que, si es comparada con el resto de las ediciones, sabe a poco.

Desde que el pasado 14 de julio Risto Mejide abandonara el programa, la audiencia de Operación Triunfo se había visto resentida. Sin embargo, a pocos días de la final siempre quedaba una pequeña esperanza de que en la gran gala hubiera una ligera recuperación. 

Las esperanzas fueron a más cuando se vieron los resultados de las votaciones. Una final muy reñida que acabó con sorpresa: Mario se decantó como vencedor con el 50'5% de los votos, dejando en segunda posición a Brenda, la que desde un principio había sido la clara favorita.

Sin embargo, la audiencia no fue la esperada y el programa terminó con un 19% de share, lo que supone una bajada de más de 15 puntos respecto a la edición anterior. El resultado más bajo en la historia del programa.

Lo cierto es que desde que empezó en 2001, Operación Triunfo ha ido perdiendo espectadores año a año. Atrás quedaron aquellas cifras históricas de la primera edición: 13.000.000 de personas vieron la gala final de la primera edición para animar a Rosa de España y el resto de triunfitos.

Ahora, el ganador de este año, Mario, tiene claro que la Academia sólo le ha brindado una oportunidad, pero que el verdadero reto está por llegar. Lo más difícil, ha dicho, 'es hacerse un hueco en el mundo de la música'.