La Alta Representante de la UE, Catherine Ashton, ha exigido que el hasta ahora presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, traspase el poder al nuevo líder electo, Alassane Ouattara, "sin retrasos ni condiciones previas".

"El único diálogo posible es uno que permita el respeto a los resultados electorales y el traspaso efectivo de poderes", señaló Ashton en un comunicado difundido anoche.

La jefa de la diplomacia europea subraya además que la victoria de Ouattara no puede ser sometida a evaluación, ni cuestionada y pide que se ponga fin al bloqueo del Hotel Golf de Abiyán, donde Ouattara y su Gobierno han establecido su sede de manera temporal, para que puedan moverse libremente y acceder a los edificios oficiales y a los servicios de radiodifusión nacional.

La UE solicita además el fin inmediato de la violencia y subraya la necesidad de proteger a la población civil y a los defensores de los derechos humanos, así como de que los delitos no queden impunes.

Ashton se declara muy preocupada por la degradación de los derechos humanos en el país, en particular por las denuncias de violencia contra civiles, ajusticiamientos, violación de los derechos de reunión y libertad de expresión y envía una advertencia a todos aquellos que no respeten los derechos humanos o que ataquen a la misión de Naciones Unidas (Unoci).

La UE apoya además la declaración de la ONU sobre la situación y la convocatoria de una cumbre extraordinaria de países del África Occidental.

Esta declaración llega después de que los socios europeos acordasen ayer la prohibición de otorgar visados para viajar a territorio comunitario de Gbagbo y 18 de sus colaboradores. El bloque estudia también la imposición de sanciones financieras.

Gbagbo, que preside el país desde el año 2000, se atribuye la victoria en las presidenciales del pasado día 28, pese a que los organismos internacionales de supervisión de los comicios consideran ganador a Ouattara con más del 54% de los votos.