El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, mantuvo hoy un encuentro con los directores del Instituto Cervantes en todo el mundo y les dijo que, a pesar de que la crisis "ha ralentizado el plan de expansión" que tenía esta institución, el Ejecutivo no renuncia a que siga creciendo.

Rodríguez Zapatero aludió varias veces a "la coyuntura económica mundial" al pronunciar unas palabras en el palacio de la Moncloa ante los directores de los 77 centros que el Cervantes tiene abiertos en 44 países de los cinco continentes.

En su intervención, el presidente del Gobierno les agradeció el que, con su labor, hayan conseguido que "el Instituto Cervantes sea una marca de prestigio para la cultura española".

En tiempos de crisis como los actuales, y dada la gran demanda de nuevos centros que hay en el mundo, es necesario buscar "soluciones que permitan estar presentes en los lugares donde todavía no hay centros del Cervantes, aprovechando fórmulas distintas e innovadoras con las que ya se cuenta, como las aulas virtuales", dijo Rodríguez Zapatero.

"Son tiempos de dificultades económicas que nos obligan a ajustar gastos, redimensionar iniciativas, priorizar inversiones, pero también nos imponen más compromiso, más trabajo, más voluntad de seguir todos juntos adelante", señaló.

Ante esas dificultades, hay que responder con "lealtad a España y a sus intereses, a sus gentes, y también a los ciudadanos de tantos países que han confiado en la lengua y en la cultura españolas para dar sentido a sus vidas, a su aspiraciones y proyectos", añadió.

Ante la directora del Cervantes, Carmen Caffarel, Rodríguez Zapatero recordó que hace veinte años que el Cervantes emprendió su viaje "por el inabarcable mar de la lengua española".

En el momento de su creación "la responsabilidad inmediata era dar cuenta de una España que abandonaba tiempos de oscuridad e iluminaba la senda del futuro". Y con el paso del tiempo, los centros del Cervantes se han convertido en "embajadores de una España moderna, creativa, capaz de mostrar una trayectoria ascendente incluso cuando las dificultades arrecian".

En estas dos décadas el Instituto Cervantes ha desarrollado "una carrera excelente, vertiginosa" en los últimos años, en los que se ha producido la apertura de 32 centros hasta llegar a los 77 de que se compone la red actual.

Una red que, con todo, "siempre parecerá insuficiente para atender el incesante interés por el español que hay en tantos lugares de la tierra. Y es que el auge de nuestra lengua en el mundo va a ser sin duda uno de los grandes acontecimientos culturales del siglo XXI", aseguró el jefe del Ejecutivo .

"El porvenir se escribe ya en español, y se escribe con todos los matices de los territorios en los que el español circula", y, también, con los que le aporta el contacto con las otras lenguas que se hablan en esas zonas del mundo, como sucede en España con el catalán, el gallego y el euskera.

El Cervantes no olvida tampoco "la necesidad de convertir el español en una de las grandes lenguas de comunicación internacional, lo que incluye una mayor presencia en internet", señaló, antes de asegurar que esta institución se ha constituido en uno de los ejes básicos del Plan de Acción Cultural en el Exterior recientemente aprobado por el Gobierno, "y le aporta todo su saber y prestigio".

"La complicidad entre diferentes instituciones públicas y la participación de empresas privadas es imprescindible para llevar a buen puerto esta nave del Cervantes", añadió.

Rodríguez Zapatero aludió también a los cambios políticos y sociales que se están produciendo en algunos de los países en los que está instalado el Cervantes, en especial en el área del Mediterráneo. Y en todos esos lugares el Instituto "está haciendo un esfuerzo, propiciando encuentros y debates capaces de aportar ideas y experiencia".

El Cervantes, por su propia naturaleza, "realiza una singular tarea de síntesis del universo de España fuera de nuestra fronteras", y extiende también "la manera de entender el mundo" que tiene España, concluyó Rodríguez Zapatero.