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Nepal abre una nueva era política tras la proclamación de la República

EFE

Los nepalíes celebraron hoy el nacimiento de la República de Nepal, proclamada anoche por la Asamblea Constituyente, que abre una era de esperanza para una nación que ha sufrido una década de guerra y ahora se enfrenta al reto de apuntalar su nuevo modelo de Estado.

"Nace una esperanza", reza hoy la portada del diario en inglés más leído del país, "The Himalayan Times".

El primer símbolo de la nueva era fue la retirada de la bandera real a primera hora de la mañana del Palacio de Katmandú donde aún habitan el destronado Gyanendra y su familia, informó a Efe una fuente de los servicios de seguridad.

El antiguo monarca, que ascendió al trono en junio de 2001 tras el regidicio en que murió su hermano, dispone ahora de 15 días para abandonar el Palacio, un edificio que se convertirá en museo.

Tras la abolición anoche de una Monarquía de 240 años y la instauración de una República Federal Democrática "independiente", "soberana" y "secular", aún quedan por definir aspectos fundamentales como los poderes ejecutivos que tendrá el nuevo presidente.

Pese al intento de última hora, que demoró ayer el inicio de la histórica sesión constituyente, los principales partidos del país no lograron ponerse de acuerdo sobre los poderes que tendrá el presidente.

"Cualquier partido que haya recibido el mandato del pueblo puede reivindicar la Presidencia o liderar el Gobierno, pero esto tiene que hacerse con un consenso", dijo hoy en rueda de prensa el secretario general del Partido Comunista Marxista-Leninista (UML), la tercera fuerza del país, Jhalnath Khanal.

Khanal aludía al Partido Comunista-Maoísta, el brazo político de la antigua guerrilla, que ganó las elecciones de abril pasado y tiene mayoría simple en la Asamblea.

"Buscaremos el consenso lo antes posible", añadió Khanal, que calculó que será posible un acuerdo antes de la nueva sesión constituyente el próximo 5 de junio.

El líder maoísta, Pushpa Kamal Prachanda, ha dejado claro que quiere ostentar el poder ejecutivo como futuro jefe del Estado, puesto desde el que controlaría un Ejército que aún ha de integrar a sus filas a la antigua guerrilla.

Tras la gran fiesta de ayer en las calles en espera de la proclamación de la República, hoy Katmandú vivió una jornada más tranquila, con centenares de ciudadanos celebrando jubilosos la nueva era en mítines organizados por los distintos partidos a los que no acudieron ninguno de sus grandes líderes.

"Los maoístas tienen que ir con cuidado. La autocracia no será aceptada por el pueblo", dijo en uno de los mítines Pushpa Parajuli, líder de las juventudes del Partido del Congreso del aún primer ministro, Girija Prasad Koirala.

Otro miembro del partido, Shobakhar Parajuli, alabó que ha sido "bajo el liderazgo del Partido del Congreso" que Nepal se ha convertido en República y advirtió de que "si alguien pisa la soberanía del pueblo, será destruido".

Mientras, los ciudadanos miran al futuro con una mezcla de esperanza e incertidumbre.

Bhojraj Gautam, una trabajadora de 42 años que asistía a un acto de celebración de los leninistas, declaró a Efe que "los líderes no tienen que estar divididos como antes y deben rectificar sus errores. En caso contrario, harán lo mismo que el rey Gyanendra y perderán su estatus".

"¿Por qué hay tanta división si todos (los partidos) querían la República?", les reprochó.

Pero también había voces más optimistas.

"El rey hacía lo que le daba la gana pero ahora el poder está en manos del pueblo", proclamó una maestra de 24 años, Aasha Thapa.

Las procesiones para festejar la República que se sucedieron en Katmandú incluyeron eslóganes como "Hola República, adiós Monarquía" y proclamas escritas como "Saludo rojo al nuevo Nepal".

Las fuerzas de seguridad desplegadas en los aledaños del Palacio Real impidieron que se aproximaran los manifestantes y no se registraron episodios de violencia.

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