Menos películas, más competitividad, y por lo tanto 'mayor prestigio', según el ICAA, para el cine español. Tal es la idea que se desprende del borrador de la orden ministerial, que regulará la Ley del Cine de diciembre de 2007. Un texto, esperado como maná por los sectores del cine nacional sobre todo por los productores, y que está desde ayer en sus manos.

Entre las novedades, una en especial la limitación en el número de ayudas a guión sirve para entender la política del nuevo director del Instituto de la Cinematografía y las Artes Audiovisuales (ICAA), Ignasi Guardans, que apuesta por reforzar un menor número de producciones, pero de mayor peso.

Mientras en la convocatoria de 2008, las ayudas para la elaboración de guiones recayeron en 25 filmes, a partir de ahora, esta subvención se limitará a sólo 12 proyectos, que deberán venir respaldados por un director o productor. La cuantía por guión será mayor (de 24.000 se pasa a 45.000 euros), aunque el presupuesto global de la partida tenga un recorte de 60.000 euros.

'La idea es la profesionalización, menos películas, pero de mayor calidad', comentó una fuente cercana al texto. El borrador, por su parte, lo deja claro: 'Se incrementará el carácter competitivo de la ayuda, lo que redundará en el prestigio de las mismas'.

Habrá tortas, no lo duden, por convertirse en los doce del ICAA. No en balde, estos largometrajes tendrán ventajas en las otras ayudas de preproducción del Instituto (desarrollo de proyecto y ayudas a proyecto), aunque la cuantía que reciban en total nunca pueda superar el 50% del presupuesto de la película. Ya lo decía hace una semana Guardans, con el pulso metafórico que empieza a ser habitual en sus intervenciones: 'Antes eran planetas separados, ahora las ayudas estarán en la misma constelación'.

El texto, que se someterá a un período de consultas y cuya versión definitiva podría estar lista en octubre, hace hincapié también en las nuevas tecnologías. Guardans ha asegurado que quiere ser el hombre que lleve al ICAA 'de la era predigital al siglo XXI'. Hace una semana anunciaba que las descargas de Internet y las ventas de DVD computarán en las ayudas a la amortización la partida más cuantiosa del Fondo de Protección de la Cinematografía. Por el momento, el borrador sólo especifica que esta novedad quedará en suspenso hasta que se establezcan sistemas de homologación.

Las páginas que distribuyan cine en la red (de pago, se entiende) tendrán igualmente subvención, siempre que estén dotadas de programas para discapacitados visuales y auditivos. Por otro lado, las películas que desarrollen tecnología propia o las que se apuesten por el 3D esteroscópico (el que se ve con necesidad de gafas) contarán también con un incentivo.

Las televisiones privadas no quisieron hacer declaraciones hasta leer a fondo el borrador, aunque adelantaron que presentarán alegaciones. El hecho de que la Orden incluya ayudas para telefilmes (de un máximo de 150 minutos) puede haberlos dejado satisfechos, aunque no tanto como para olvidar que las series de televisión (excepto las de animación) se han quedado fuera.