Si hubiera que elaborar, en 2001, el retrato robot del lector español el resultado depararía pocas sorpresas: mujer, menor de 65 años, con al menos estudios secundarios, que está 'al día' y a la que le resulta indiferente el soporte. Lo que le interesa es leer. 

Sin embargo, ni todas las mujeres se pasan el día frente a un libro ni todas son lectoras, aunque sea de forma esporádica. Porque las hay que no cogen un volumen ni en pintura. Su 'excusa': falta de tiempo.

Si las mujeres aducen que las horas se pasan volando, en el caso de los hombres prefieren no esconderse: el 53% reconoce directamente que no le gusta leer o que prefiere emplear su tiempo en otros entretenimientos.

El análisis sociológico realizado por la Federación de Gremios de Editores de España a partir del barómetro Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2010, aborda los usos y costumbres del lector español, pero también analiza los cambios que se están produciendo en este campo: las nuevas tecnologías, concluye, han influido sobre los hábitos de lectura en España.

Porque si antes leer se asociaba al placer y, por eso, se llevaba a cabo en un ambiente adecuado, ahora, con Internet de por medio, ha provocado que la tendencia actual se dirija 'a configurar un lector polivalente a través de distintas formas de lectura', señala el estudio.

El estudio interpreta que, a pesar de la mejora de las cifras totales —el número de lectores aumentó en los últimos cinco años en España en 1.573.450 personas, un 7,3%— el número de no lectores o de aquellos que sólo cogen un libro de forma esporádica sigue siendo desasosegante al abarcar, prácticamente, a la mitad de la población.

Con todo porcentaje de mujeres que leen libros en su tiempo libre con, al menos, una frecuencia trimestral sigue siendo mayor que el de hombres: el 61,6% frente al 52,2%. En el caso de los lectores frecuentes –lectura diaria o semanal- las distancias se mantienen (48,1%de mujeres frente al 39,2 % de los hombres). 

Entre tanta diferencia, ambos sexos encuentran puntos en común: puestos a elegir una temática, ambos se decantan por las novelas históricas (44,2% los hombres y 40,1% las mujeres). Y a partir de ahí, de nuevo las diferencias. Como segunda opción ellos se quedan con las novelas de aventuras mientras que ellas prefieren la intriga y el misterio o las románticas.