Público
Público

La sombra de Dashiell Hammett tampoco confiesa

El autor de 'El halcón maltés', uno de los escritores más cotizados de Hollywood durante los años treinta, murió arruinado víctima del macarthismo

 

BRAULIO GARCÍA JAÉN

El Gobierno de EEUU publicó en enero de 2003 las transcripciones de unos 500 interrogatorios que la comisión presidida por el senador republicano Joseph McCarthy (1908-1957) había celebrado en secreto durante los peores años del macarthismo. El celo de la Administración americana contra la supuesta amenaza comunista al comienzo de la Guerra Fría queda ahora, 50 años después, escrita negro sobre blanco. La editorial Errata Naturae ha tenido la feliz idea de traducir al castellano uno de aquellos episodios: el interrogatorio que prestó en dos sesiones el autor de El halcón maltés, Dashiell Hammett, así como el cuento de apenas diez páginas que más suspicacias levantó entre sus perseguidores.

Interrogatorios: Dashiell Hammett es un breve, preciso y agudo librito en el que se ha reunido, además de los dos textos citados, la audiencia previa a ese interrogatorio, celebrado a finales de marzo de 1953 por la Comisión de Actividades Antiamericanas (conocida como Comisión McCarthy). El libro también recoge la declaración del juicio donde dos años antes Hammett había sido condenado a seis meses de cárcel por negarse a responder al tribunal.

El autor de novela negra pasó cinco meses en la cárcel por desacato

Samuel Dashiell Hammett (1894-1961), que antes de convertirse en maestro de novela policíaca había sido detective Pinkerton una agencia privada que acumuló un inmenso poder durante la segunda mitad del siglo XIX,se afilió al Partido Comunista Estadounidense (CPUSA), según el Gobierno americano, en 1937. La Comisión McCarthy quería saber si, además, el escritor había apoyado al partido con dinero y si alguna de sus obras, en concreto ese cuento de diez páginas, estaba al servicio de la causa. 'Rehúso responder a la pregunta porque la respuesta podría incriminarme', respondió el escritor una y otra vez.

Una sombra en la noche, el relato por el que McCarthy le preguntó a Hammett en uno de los interrogatorios, se publicó por primera vez en 1933. 'Trata de las relaciones entre blancos y negros', según el mismo autor explicó ante la comisión. Leído ahora, cuesta imaginar cómo, más allá de la luz cruda que vierte sobre el racismo, pudo haber sido catalogado de propaganda comunista. A no ser que la última pregunta del narrador, negro y universitario ('¿Y qué coño crees que quiero ser, un chino?') fuera lo que, tras el reciente triunfo de la revolución maoísta, levantara las sospechas.

'¿Apoyaría la implantación del comunismo?', le preguntó McCarthy

Su título, sin embargo, podría servir para describir el paso liviano y menguante de su autor por las dos últimas décadas de su vida. Cuando el FBI empezó a pisarle los talones, a finales de los años treinta, Hammett era uno de los diez autores mejor pagados de Hollywood. A partir de 1938, decidió convertirse también en una de las voces más comprometidas. Las dos cosas se volvieron dolorosamente incompatibles. Murió arruinado.

Fueron numerosas las causas políticas a las que Hammettmostró su apoyo: desde la República española hasta el derecho al voto de los negros y la defensa de los sindicatos. A pesar de que, en 1941, con 47 años, se alistó en el Ejército para luchar contra el nazismo, acabó en un campo de internamiento para sospechosos de subversión, primero, para, luego, acabar desterrado a una isla a más de mil kilómetros de Alaska.

A finales de los cuarenta, después de que cuatro supuestos comunistas, en libertad bajo fianza, desaparecieran, Hammett fue procesado como presidente de la organización que había pagado sus fianzas. El escritor se negó a responder a cualquier pregunta del tribunal, que lo condenó por desacato y pasó cinco meses en la cárcel.

'Me parecería poco viable si la mayoría no lo quisiese', contestó el escritor

La misma fórmula, no contestar para evitar que sus respuestas le incriminasen, usó ante la Comisión McCarthy. 'Entonces se entiende, y así lo entiende esta comisión, y el país entero, que usted es miembro del Partido Comunista [...]. Por tanto, debería saber bastante sobre el movimiento comunista, supongo', le espetó Joseph McCarthy. '¿Eso es una pregunta, señor', respondió Hammett. El senador le preguntó directamente si apoyaría la implantación del comunismo en EEUU. El autor de Cosecha roja lo negó y aclaró el porqué: 'Me parecería poco viable si la mayoría no lo quisiese'.

Todos sus libros fueron retirados de las bibliotecas del departamento de Estado y dejó de recibir encargos radiofónicos. Hacía tiempo que Hollywood le había dado la espalda. A sus problemas judiciales y de salud, se añadió su estrangulamiento económico. Había acumulado 100.000 dólares de deuda y 278 páginas en el expediente del FBI tras 25 años de vigilancia. Murió de cáncer el 10 de enero de 1961.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?