José Miguel Fernández Sastrón se presentó a las pasadas elecciones, pero perdió frente a Teddy Bautista . Ahora, regresa como candidato favorito a alzarse con la presidencia con la candidatura De otra manera. Frente a la indecisión de otras candidaturas para nombrar a un posible presidente, Sastrón afirma sin tapujos que él quiere presidir la entidad y lo hará con un sueldo porque desconfía de aquél que quiere gobernar una entidad que mueve 600 millones de euros sin recibir nada a cambio.Asimismo, considera que lamala imagen de la SGAE se debe, en parte, a la 'prepotencia y arrogancia' de la anterior directiva.

Usted era miembro de la anterior Junta Directiva ¿Qué le ha llevado a volver a presentarse a estas las elecciones?

Nosotros nos presentamos ya a las anteriores. Estaba en la Junta y vi una serie de cosas que me parecían irregulares, las denuncié y cuando encuentras que algo está mal, hay que plantear una alternativa. Ya lo hicimos en las anteriores y lo volvemos a hacer. ç

¿Qué alternativa presenta?

La primera es, desde luego, solucionar el problema financiero que tiene SGAE debido al proyecto Arteria y con una deuda de 120 millones de euros. Eso es lo primero que hay que solucionar, porque aunque no supone una amenaza a la solvencia de la SGAE pero sí a las liquidaciones de los socios. Hay que evitar que el dinero de los socios se utilice para pagar ladrillos. Al margen de eso, hay que modernizar los sistemas de reparto y de identificación a través de la huella y la tarjeta digital de autor que van a permitir un control del autor sobre la propia SGAE.

Hay que mirar espacio por espacio. Pero que hay que intentar venderlos con el menos coste patrimonial posible. En todo caso, reducir inmediatamente esa deuda que tiene asfixiado los fondos culturales de la institución. Una de las mayores preocupaciones de los socios es la imagen que la SGAE transmite a la sociedad. ¿Cómo mejorarla?Esa imagen, al margen de otras consideraciones, es producto de la forma en la que se han hecho las cosas en los últimos años y del proceso abierto contra algunos directivos. La mejor manera es hacer las cosas bien y contarlo con transparencia. Hay que evitar la opacidad y abrir puertas y ventanas.

La mala imagen también llega de los excesos de la SGAE a la hora de recaudar en los pequeños comercios.

Hay dos temas. Primero, las formas de unos representantes comerciales que aunque una mayoría lo hagan bien, otros lo han hecho mal y han perjudicado la imagen de otro. Este afán recaudatorio que comentas va en contra del sentido común. Hay que recaudar los derechos de autor pero con sentido común cobrando lo que hay que cobrar y explicarlo muy bien. No se puede decir que se paga porque sí con la prepotencia y arrogancia con la que se ha hecho.

¿Qué opinión tiene de la Ley Sinde?

Nos parece que siempre es bueno una tutela legal. Pero ya hemos dicho que esta ley no es suficiente y no nos compete a nosotros. Nosotros lo que queremos hacer es ofrecer una oferta legal competitiva en precio y disponibilidad que atienda a una demanda que ya existe. Incluso parte de la oferta ilegal que había era de pago. Y eso es una lección dada a nosotros mismos para encontrar modelos de explotación de negocio. No sirve de nada cerrar páginas ilegales sino hay páginas legales que la suplan.

Usted ha denunciado a lo largo de la campaña que hay muchas listas que recuerdan mucho al polémico pasado de la SGAE.

Ya no sólo que recuerdan, sino que están directamente organizadas y auspiciadas por Teddy Bautista y su entorno. Incluso circulan mails en los que Teddy pide el voto para esas listas.

¿Qué listas son?

Pues las listas de Ivan García Pelayo (Centrados) , Inma Serrano (Alianza Independiente Autoral) , Caco Senante (No estábamos tan mal) y Andaluces por derecho. Son directamente hombres de Teddy.

También se le acusa a usted desde otras candidaturas de tener afán presidencialista.

Las elecciones son para una Junta Directiva que tiene que elegir a un presidente. A mí lo que me llama la atención es que haya otras candidaturas que dicen que no aspiran a la presidencia. Nosotros lo tenemos claro, tenemos un proyecto y una persona que será el encargado de llevar a término este programa.

Otro de los temas más tocados en esta campaña es el sueldo que tendrá el nuevo presidente. Algunas candidaturas dicen que no cobrarían un sueldosi llegan a ejercer de presidente.

Sí, me llama mucho la atención esto. Si estos candidatos que rechazan el sueldo es porque no se van a dedicar a tiempo completa a la SGAE, lo entiendo. Pero lo que necesitamos es un presidente que ejerza todas las horas del día. Prefiero que alguien que va administrar 600 millones de euros cobre su sueldo y nada más que eso.

¿Cuánto cobrará el presidente?

No hay antecedente respecto a eso. Será lo que decida la Junta Directiva y ratifique la Asamblea. De todos modos, no es la primera prioridad. Lo importante es que sea transparente.

Se habla de una cifra de una cifra entre 70.000 y 80.000 euros.

No sé con qué criterios se hablan de estas cifras. Eso es lo que cobraba el anterior presidente honorario por antigüedad y no ejecutivo. Imagino que la cifra corresponderá al trabajo que ejerza el presidente y al momento económico que estamos viviendo. Seguro que será una cifra razonable. Creo que se le está dando demasiada importancia a este tema.

Usted tiene que entender que teniendo en cuenta de dónde viene la SGAE, la transparencia y los sueldos de sus cargos es un tema que interesa.

Evidentemente, y en esa transparencia está todo. La Asamblea decidirá teniendo toda la información. Hasta el momento ha habido mucha opacidad.

Para finalizar y entrando en materia, suponiendo que usted se proclame nuevo presidente de la SGAE. ¿Qué es lo primero que hará?

Encargar una auditoría independiente para informar a los socios del estado de las cuentas. Ya no por desconfianza sino por responsabilidad propia para poder resolver el problema financiero. Después la adaptación al medio de Internet porque habrá derechos de autor siempre que haya un modelo de negocio que los genere y satisfaga al público.

¿Y cómo proyecto a largo plazo?
El proceso de modernización de la SGAE y la implantación de una huella digital.