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Cuatro soberbios jinetes echan el cierre a Rock in Rio

Metallica despide el festival de Arganda con una actuación atronadora

SERGIO LEÓN

James, Lars, Kirk y Robert han sido los encargados de echar el telón (carpas electrónicas aparte) a la segunda edición del Rock in Rio celebrado en Arganda del Rey (Madrid). El concierto de Metallica (uno de los más largos del festival, con más de dos horas) no ha defraudado a nadie, ni a fans ni a organizadores.

La banda californiana llegaba a la Ciudad del Rock de Arganda como sustituta de AC/DC, la primera opción. Las amenazas de mal tiempo presagiaban un día menos vistoso de lo esperado. Pero las cerca de 50.000 personas que se congregaron para disfrutar de las actuaciones de la última jornada dieron la razón a la organización a la hora de contar con Metallica para el día más metalero del festival, a pesar de ser un lunes.

Y es que los incondicionales de los cuatro jinetes no se pierden una. Porque saben que no van a salir defraudados. Décadas de éxitos y ser una de las bandas de heavy metal más laureadas avalan siempre los conciertos de James Hetfield, Lars Ulrich, Kirk Hammett y Robert Trujillo. Eso, y que saben como nadie lo que ofrecer en directo.

Antes, salieron al Escenario Mundo Sôber y Mötorhead. Los españoles volvían después de cinco años de silencio para presentar su ‘De aquí a la eternidad', un disco recopilatorio que incluye además nuevas canciones inéditas. Los británicos, por su parte, ya avisaron de sus intenciones cuando su líder, Lemmy Kilmister, saludó nada más salir al escenario: '¡Somos Mötorhead y venimos a tocar Rock and Roll!'. Después, llegaron sus ritmos abrasadores y veloces con clásicos como 'Iron fist', 'Rock out' o 'Ace of spades', que definen la potencia y fuerza que nunca han abandonado este grupo.

'¡Somos Mötorhead y venimos a tocar Rock and Roll!'

Y es que la última jornada del Rock in Rio era el día de las melenas, las chupas de cuero y los tatuajes. Un vistazo a la enorme explanada y la música de fondo hacía creer que era otro festival. Otro vistazo, y las cajas de pizza y los envoltorios de hamburguesas y refrescos recordaban que esto es Rock in Rio.

Sin embargo, el lunes también ha servido para recuperar la esencia de la palabra rock que da nombre a este festival. Sôber y Mötorhead ya dieron cuenta de ello. Pero fue Metallica los que acabaron por dejar las cosas claras con un directo atronador para disfrute de todo el público presente, más o menos fan de la banda.

‘Creeping Death' y ‘For whom the bells tolls' fueron los temas elegidos para empezar a hacer vibrar al respetable, acompañados del siempre potente bombo de Ulrich que no dejó de hacer temblar el suelo de la Ciudad del Rock en ningún momento.

‘Creeping Death' y ‘For whom the bells tolls' fueron los temas que abrieron el concierto

Metallica sabe utilizar como nadie el espacio, y esta vez no iba a ser menos en un escenario de tales dimensiones. Los cuatro jinetes cabalgaron por la Ciudad del Rock y se encargaron de caldear los escasos 13 grados que había en Arganda con sus éxitos de siempre junto a los temas ‘That was just your life', ‘The end of the line' y ‘Cyanide' de Death Magnetic, su último disco. Y si alguien sospechaba que se iban a dejar algo en el tintero, aparecieron ‘One', con una puesta en escena espectacular, y seguidamente ‘Master of Puppets'; sin duda el momento más mágico de la noche.

Un repertorio que siempre funciona, una escenografía inmejorable (fuegos artificiales y llamaradas de fuego incluidas) junto a un sonido atronador para fabricar un espectáculo sublime en que el público nunca se cansa de saltar y corear las canciones, ya convertidas para siempre en himnos. Eso es lo que hace Metallica, nada más y nada menos, y eso es lo que hace que sean una de las mejores bandas de heavy metal del mundo, si no la más grande.

En total, por Arganda han pasado más de 250.000 personas, algo menos de las 300.000 que la organización había previsto. El día metalero no ha llegado a las cifras de otras jornadas como la del sábado 5 con los 85.000 espectadores que vieron a Shakira, Rihanna y Calle 13. Pero, sin embargo, sí ha sido el broche idóneo para lo que es un Rock in Rio, festival que ya tiene la vista puesta en 2012, año de la tercera edición de Madrid.

 

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