Público
Público

La envidia es azul

RUBÉN ROMERO

Megamind

Director: Tom McGrath
Género: Comedia de Animación
Productora: Dreamworks
Guión: A. Schoolcraft, B. Simons
Duración: 96 minutos

Pixar se ha convertido para DreamWorks en una obsesión parecida a la del Barça para el Real Madrid. Hay miles de historias que contar pero, cayendo en viejos errores, el estudio de Steven Spielberg realiza su versión libre de ‘Los increíbles', como antes hizo su variación de ‘Buscando a Nemo' (‘El Espantatiburones') o de ‘Bichos' (‘Hormigaz'). Así, la notable mejora técnica de la animación iniciada en ‘Kung-Fu Panda' queda desvaída por una decepcionante sensación de ‘déjà vu' que no hace justicia a un filme que exprime cabalmente lo mejor del 3D, con rascacielos y bolas de acero incrustándose en la retina del espectador. Si eso resulta sangrante, peor lo es que el absurdo seguidismo haga que el público no repare en el salto copernicano experimentado por el humor ‘made in DreamWorks'. Alejado definitivamente de la escatología habitual del estudio ejemplificada por ‘Shrek 2' y su memorable chiste sobre Pinocho, la historia de este pitufo hidrocefálico, enamorado de una reportera que más que a Paqui Peña se parece a Winona Ryder, tiene bastante más de comedia romanticona que de filme infantil. Algo así como ‘Tienes un email' (Nora Ephron, 98), en versión Marvel.

Megamind es un supervillano cabezón y azul especializado en combatir (y perder) con Metro Man, al frente de Metro City. Cuando acabe con este último, se encontrará en el paro. ¿Solución? Crear un nuevo superhéroe, Titán, para no pasar por la temida cola del INEM.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?