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Las galerías apuestan por sobrevivir sin ayuda de las ferias

Arranca Talking Galleries, primer encuentro internacional de galeristas en Barcelona

LÍDIA PENELO

Coinciden en ferias de arte y charlan en exposiciones, pero a los galeristas les faltaba un punto de encuentro donde analizar y debatir los temas que les preocupan. Para remediar esta falta de espacios propios, Llucià Homs, gestor con 15 años de experiencia en el sector y actual director de promoción de actos culturales en el Ayuntamiento de Barcelona, se inventó Talking Galleries, una plataforma dedicada al debate entre galeristas, coleccionistas, comisarios de exposiciones, directores de ferias y centros de arte que arrancó ayer en Barcelona.

La iniciativa se inauguró con discursos optimistas de los principales patrocinadores, entre los que se encuentra el Ministerio de Cultura. 'Los galeristas y dealers privados mueven el 51% de las operaciones del mercado del arte, el sistema estructural de las galerías no es débil', dijo Llucià Homs en su discurso de bienvenida.

La primera ponencia de este think tank del galerismo internacional, sobre el nuevo rol del galerista, corrió a cargo de Emilio Álvarez, de la Galeria Àngels de Barcelona y codirector de la Feria de Videoarte Loop; Casey Kaplan, propietario de una prestigiosa galería en Nueva York; y Claes Nordenhake, impulsor de la Galley Weekend de Berlín. Ninguno de los tres galeristas internacionales se mostró demasiado explícito sobre cómo será su oficio en 2020 pero todos ofrecieron su visión sobre su trabajo. Kaplan concibe la galería como un espacio orgánico que funciona a base de intuición y pasión, y en el que hay invertir dinero.

Características que a pesar de las transformaciones que vive actualmente el mercado del arte no cree que vayan a cambiar. 'De mi presupuesto destino un 2% a ferias, y un 98% a la galería y a producir nuevas obras', aseguró Kaplan, que desde que empezó la crisis ha incrementado la oferta gratuita de performances y conferencias en su espacio porque confía en la labor pedagógica que desarrollan las galerías.

Claes Nordenhake, propietario de dos espacios dedicados al arte, uno en la capital alemana y otro en Estocolmo, considera que las ferias han marcado el ritmo del mercado del arte en los últimos años, pero que en la actualidad no son suficientes. 'En una feria todo pasa muy rápido, falta reflexión y el coste que supone para una galería mediana es muy elevado', apuntó.

'Las galerías deberíamos colaborar más, compartir programas y artistas para repartir gastos', apuntó Álvarez. Los tres coincidieron en que en estos momentos de recortes en los presupuestos de los museos, son los galeristas los que se arriesgan con los artistas y proponen nuevos discursos artísticos. 'Las instituciones son un poco vagas', zanjó Claes Nordenhake.

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