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Javier Sierra: "Soy un escritor global"

Uno de los autores españoles que más vende evoca el fin de la civilización en su nueva obra 'El ángel perdido'

PAULA CORROTO

A punto de cumplir los 40 años de edad, el escritor Javier Sierra (Teruel, 1971) todavía tiene cara de niño. Y no sólo por los rasgos físicos. Hay cierto gesto de asombro en sus grandes ojos azules. Un perfil medio infantil que quizá sea el que le invita a adentrarse en el ocultismo, los secretos de los textos bíblicos y las conspiraciones mundiales, temáticas que pueblan sus novelas, y que han provocado que se le cuelgue la etiqueta de 'el Dan Brown  español'.

'Compartimos  intereses y estructuras narrativas, pero yo creo que me documento más porque soy más consciente de que el lector del siglo XXI es el más exigente de toda la historia. Si metes la pata te va a pillar', comenta marcando las distancias con respecto al escritor norteamericano.

'Me documento más que Dan Brown'

No obstante, tiene una característica común con Brown: sus libros arrasan entre los lectores. Sierra es el escritor español que más vende fuera de España. Su novela La cena secreta (2007), una trama con Leonardo Da Vinci de fondo, fue publicada en 43 países y en EEUU se llegaron a lanzar 500.000 ejemplares.

En la pasada feria de Fráncfort,  los derechos internacionales de su último libro, El ángel perdido, que acaba de publicar Planeta, fueron comprados sin pestañear por la enorme editorial norteamericana Simon & Schuster para el mercado estadounidense. 'El éxito de La cena secreta me dejó perplejo, pero desde entonces intento estar siempre con los pies en la tierra', reconoce con cierto rubor en su asiento del autocar que nos lleva por Santiago de Compostela. Eso sí, a pesar de la modestia sabe muy bien en qué liga juega. No es casual que sus personajes se llamen Michael, Allen o Martin y trabajen la Agencia Nacional de Seguridad de EEUU. 'Yo soy un escritor global y era muy importante que para mis agentes de Nueva York la trama americana resultara creíble', apunta.

El escritor, que antes de su éxito se ganó la vida como periodista en la revista Más allá de la ciencia, está en la comunidad gallega de promoción porque en este escenario se desarrolla El ángel perdido. El escritor conoce las calles de Santiago desde los 16 años, aunque fue durante los trabajos de restauración del Pórtico de la Gloria, en el año 2000, cuando comenzó a documentarse sobre la ciudad y la catedral. 'Vi que existían otras interpretaciones sobre este pórtico. Una de ellas era que el basamento del parteluz estaba en el poema de Gilgamesh, el mito sumerio. Pero esto es imposible porque Gilgamesh no se conocía en el siglo XII cuando el maestro Mateo dirigió los trabajos de construcción', explica misterioso el escritor.

'No soy un fanático de la teoría de la conspiración'

Este enigma, más un poco del mito del Finisterrae -el más allá-, las teorías ocultistas del inglés John Dee durante el siglo XVI, el secuestro de un científico por los miembros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK) -los malos de la historia-, la misión heroica de un agente de Seguridad de EEUU y el don visionario de la chica protagonista conforman la novela.

La cuestión trascendental procede en esta ocasión de los ángeles, unas criaturas que para Sierra no tienen alas, pero sí sexo. 'Son hombres y mujeres y están infiltrados entre nosotros', subraya convencido. En medio de esta coctelera de seres reales, mitológicos y bíblicos, el escritor desarrolla la tesis de su novela: la destrucción de la civilización a partir de la llegada de un nuevo diluvio universal, un argumento que compara con la situación real. 'No soy apocalíptico, pero creo que estamos asistiendo a un desmoronamiento de la civilización en varios sentidos. Desde la economía al clima. Aquí va a pasar algo', anuncia.

  ¿Y él qué se cree, en realidad, de todo esto? ¿Es un conspiranoico? Sierra sonríe. 'No soy un fanático de la teoría de la conspiración, pero creo que la Historia tiene muchas sombras que nos han sido veladas, como por ejemplo, que George Washington era masón. Me gusta descubrirlas', asegura.

En su última novela, Sierra ha revelado el sexo de los ángeles. Para la próxima puede que se apunte al mito de los gigantes, 'unas criaturas que están en todos los cuentos y sobre la que no se ha escrito casi nada', apostilla con ojos brillantes. Si él las toca, es probable que las convierta en oro.

El cine

La estructura narrativa de los libros de Sierra está muy relacionada con el cine de acción. 'Creo que es la nueva manera de contar las historias. Cada época tiene su referente y ahora toca lo visual, con mucho ritmo y adrenalina, que es la droga de nuestros días', señala.

Las tecnologías

En El ángel perdido uno de los personajes maneja un iPad. 'Es un dispositivo que ha llegado para quedarse y acabará con el resto de tabletas, por lo que es normal que empiece a aparecer en los textos', manifiesta Sierra, quien, sin embargo, sigue aferrado a su viejo portátil.

El giro final

Capítulos cortos y un efecto sorpresa al final de cada uno de ellos son marca de la casa del escritor. 'Al lector tienes que engancharle desde el primer párrafo porque si no se te escapa', asegura.

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