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Laurent Cantet: "Dólar = Mierda. Dólar = Muerte"

BEGOÑA PIÑA

'Las luchas de hoy son un eco de las de los años cincuenta', asegura el cineasta Laurent Cantet, que hace una radiografía bastante precisa de la represión con su nueva película, Foxfire, confesiones de una banda de chicas. Adaptación de una novela de Joyce Carol Oates, con ella analiza la opresión sexista, social, económica y racial y las 'inevitables' consecuencias de ello. La debutante Katie Coseni se alzó con la Concha de Plata a la Mejor Actriz en el Festival de San Sebastián por este trabajo.

Mujeres, jóvenes y de clase baja, tienen todas las papeletas para ser víctimas de la represión. Y como tales reaccionarán. Son las protagonistas de la película, chicas de una zona deprimida de EEUU en los años cincuenta, que deciden formar una sociedad secreta y vivir según sus reglas y sus leyes. Una casa para todas, una comunidad en la que acoger a otras ‘hermanas' oprimidas, una decidida voluntad de venganza contra los que han abusado de ellas... es el sueño de este grupo de mujeres. Una utopía que se tropezará con la realidad de un sistema donde manda el dólar, 'que es lo que hace que su sueño se convierta en pesadilla'.

Esta es una historia de mujeres que se rebelan contra la opresión que sufren, ¿le interesaba de una manera especial el elemento feminista?

Me interesaba mucho el elemento feminista, pero también el hecho de que todo el movimiento de estas mujeres pertenecía a algo más amplio y se debía a una opresión general mayor contra la que ellas luchaban. La primera, la más importante, es la opresión social, porque son jóvenes de un medio desfavorecido. La segunda es la opresión que sufren por su sexo. Nada más empezar, hay una escena de una casi violación. Hay una violencia masculina tremenda. Y la tercera es la opresión hacia la juventud. La juventud entonces no tenía poder adquisitivo, así que no representaba nada.

Ambientada en los años cincuenta, ¿no cree que hay mucho de esa represión todavía hoy?

'Las luchas de hoy son un eco de las de los años cincuenta'Todo lo que pasa en la película sigue vigente hoy. Las luchas de hoy son un eco de las de los años cincuenta. Se puede y se debe seguir luchando por las mismas cosas hoy en día. Las chicas de la película escriben en la tienda 'Dólar = Mierda' y 'Dólar = Muerte'. Hoy esta pintada tendría aún más significado que entonces. De hecho, es una cosa que recuperaron los 'indignados'.

Volviendo al tema de la mujer...

'En el tema de la mujer todo está exactamente igual que hace más de medio siglo'Me temo que hoy es lo mismo que entonces. En el tema de la mujer todo está exactamente igual que hace más de medio siglo. Se pueden oír las mismas palabras hoy que entonces, los mismos diálogos. Mi hija ahora tiene veinte años, pero cuando tenía catorce no quería ponerse falda porque los chicos eran muy brutos con ella. Su reacción fue decir 'no' a la falda. Me da muchísima pena que estas cosas sigan pasando. Por otro lado, debo decir que las actrices de la película comprendieron que el camino para construir cosas verdaderas es el del empoderamiento.

Las chicas de su película buscan unas bases teóricas políticas sobre las que sustentar sus acciones, ¿esa sería la gran diferencia con los jóvenes hoy?

Sí y no, porque ellas creen eso, pero en realidad lo suyo es una reacción visceral a la opresión, aunque luego sí se canalice esa lucha. Creo que no son ni siquiera conscientes de su feminismo, es una reacción natural a lo que las oprime. Uno de los personajes, el de Legs, es el único que tiene una idea política más estructurada, pero con un gran carisma tiende a reproducir justo lo que a ella la oprime. Siempre encontramos al ser humano a través de sus contradicciones. Mis hijos vieron la película en Toronto y me dijeron que ellos también tenían el sueño de la vida en comunidad. Así que, siendo muy optimista, creo que los jóvenes volverán a la vida política. Ya se ven algunos movimientos (15-M, Anonymous...)

La aventura de estas mujeres está condenada al fracaso, ¿lo están todas las utopías?

'Yo soy pesimista, tiendo a pensar que la realidad es más fuerte que lo que podamos soñar'Bueno, yo soy pesimista, tiendo a pensar que la realidad es más fuerte que lo que podamos soñar. Pero, por otro lado, necesitamos los sueños para poder aguantar la realidad. Aunque las cosas no han cambiado mucho, sí hemos hecho algunos progresos. Intento consolarme viéndolo así. De todos modos, no quiero que nadie piense que la película es dogmática. Me gustan las películas con mensaje político, pero siempre que vaya por debajo, que esté soslayado. En Foxfire está eso, pero hay aventura, suspense, violencia, ternura...

Ahora que habla de violencia, ésta aparece como consecuencia de la represión y del sistema capitalista, del dinero.

Es la realidad y, de hecho, de eso va la película. Estas chicas casi consiguen que su sueño culmine. Tienen una casa, viven en comunidad, son felices, quieren seguir así, acoger a otras hermanas oprimidas... pero de pronto se dan cuenta de que al ser adultas necesitan dinero para comer. La realidad se impone, hace falta dinero y éste no se encuentra debajo de las piedras. Eso es lo que hace que su sueño se convierta en pesadilla.

Una vez más en su cine está subrayada la idea de grupo, ¿por qué?

'Creo que el grupo es el ejemplo de todo lo que representa el ser humano'En primer lugar, porque creo que el grupo es el ejemplo de todo lo que representa el ser humano. En él está todo, las relaciones de poder, la fuerza, el deseo... todo lo que anima al ser humano. También porque la adolescencia es un momento muy importante de la vida, en el que se construyen relaciones con otras personas, y son relaciones muy bestias que te marcan para el resto de tu vida.

En Retorno a Ìtaca, la película que ha rodado en Cuba y está ahora terminando, ¿de nuevo insiste en el grupo?

Sí. Es la historia de un hombre que vuelve a Cuba después de un exilio en Madrid. Y sí, es el reencuentro del grupo dieciséis años después. Es una noche en que se reúnen, una puesta a punto de todo lo ocurrido.

Desde que ganó la Palma de Oro con La clase, está usted en la lista de cineastas comprometidos...

Porque creo que el cine todavía puede reaccionar y porque sé que es muy malo para la sociedad restar fuerza al arte y a la cultura. Lo que se hace ahora es dejarnos solo con los blockbuster y anular cualquier salida artística a la cultura. Vivir solo del cine de entretenimiento es quitar la salida a la lucha necesaria, sobre todo hoy con la crisis.

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