Samsara es el ciclo budista de nacimiento, vida, muerte y reencarnación. A partir de esta idea, el cineasta gallego Lois Patiño invita a un viaje sensorial y espiritual en los templos de Laos y en Zanzíbar, y propone una experiencia inusual en el cine, con un intermedio entre ambas historias en el que pide al espectador que cierre los ojos y se acerque a la sensación del tránsito entre esta vida y la siguiente.

En los templos de Laos acompaña a un grupo de monjes adolescentes y a otro joven, que lee el Libro tibetano de los muertos a su abuela, ayudándola a preparar ese último viaje. Así, el espectador se acerca "a un alma en su tránsito de un cuerpo a otro a través del bardo". Las palabras del libro "nos servirán aquí de guía para no perdernos por el más allá".

Lo siguiente es una pantalla en negro que luego estalla de color, luz y sonidos, para llegar a las playas de Zanzíbar, donde grupos de mujeres trabajan en granjas de algas y una niña cuida a un pequeño cabrito.

"La película profundiza en algunas constantes que he ido explorando en mi trabajo: la reflexión sobre la relación entre el ser humano y el paisaje, un interés antropológico centrado especialmente en lo mítico y espiritual o la voluntad de llevar al espectador a una experiencia íntima y meditativa", dice el director.

La película, que tiene guion del propio director y de Garbiñe Ortega, se estrenó en España en la reciente edición de la Semana Internacional de Cine de Valladolid-SEMINCI, dentro de la sección oficial y también participó en L'Alternativa.