Las conclusiones quedarán para otro día, cuando haya un rival enfrente. De momento, se sabe más o menos lo mismo que antes del partido, que Rafa Nadal ya no tiene la movilidad reducida y que sus golpes continúan siendo punzantes en cualquier partido. También siguen las incógnitas, ahora centradas en la cabeza del español: ¿será capaz de ganar a los grandes?

Thiemo de Bakker no es precisamente uno de ellos. Dicen que con 21 años es un tenista de proyección, que algún día será aclamado en Holanda por su variedad de golpes. Pero eso no es en el presente y tampoco parece que su eclosión vaya a ser en tierra. De Bakker intentó todo, pero nada de lo que hizo sirvió para poner a prueba a Nadal, que suda más en los entrenamientos con su tío que en el partido de ayer.

El holandés empezó el partido jugando al suicidio, intentando mantener peloteos largos con Nadal. No ganó ni uno, la pelota le iba demasiado alta como para que él pudiese responder con fluidez. Más adelante intentó algunas variaciones: dejadas, voleas y golpes ganadores. Nada, con la raqueta en su mano derecha Nadal también podría haber respondido los tímidos ataques del holandés.

El balear se permitió el lujo de salir del partido en varias ocasiones, hacer una doble falta y tirar pelotas fuera de la pista y, a pesar de todo, no perder nada más que un juego en todo. Nada importó que sólo metiese el 57% de sus primeros servicios, una cifra que Rafa tendrá que subir cuando el rival exija algo. Al tran-trán y sin esfuerzo, así ganó el partido. Al final, 6-1 y 6-0 en menos de una hora. 'Estoy contento de volver a la tierra', proclamó Nadal. A tenor de lo visto, no es para menos, pues no hubo dudas de adaptación ni nada que se le asemeje.

Las buenas noticias no terminaron en su simulacro de partido. Para la siguiente ronda, planeaban encontrarse a Juan Mónaco, un argentino terrícola que, al menos, le daría un especialista sobre el ladrillo. Pero ni siquiera eso. Ganó Berrier, que hoy será su rival. Un alemán zurdo, con muchos años en el circuito y escasas tardes de gloria. Murray también se sumó a la lista de bajas. Iba de tercer cabeza de serie y por el lado del cuadro de Nadal. Habría sido su rival en semifinales si las cosas hubiesen ido por cauces normales. Pero no lo fueron: Kohlschreiber humilló al escocés con un 6-2 y 6-1. Murray no anda fino. A Nadal le quedan dudas importantes, pero sus rivales no están mejor

Los españoles hicieron pleno: Ferrero ganó a Becker (6-3 y 6-4), Montañés a Seppi (7-6, 3-6 y 6-0), Ferrer a Golubev (6-3 y 6-2) y Robredo a Tricki (6-4 y 6-3).

Philipp Petzschner (ALE) a Juergen Melzer (AUT/N.11) 7-6(4), 6-2.

Novak Djokovic (SRB/N.1) a Florent Serra (FRA) 6-2, 6-3.

TOMMY ROBREDO (ESP/N.12) a Viktor Troicki (SRB) 6-4, 6-3.

JUAN CARLOS FERRERO (ESP/N.9) a Benjamin Becker (ALE) 6-3, 6-4.

DAVID FERRER (ESP/N.11) a Andrey Golubev (KAZ) 6-3, 6-2.

Stanislas Wawrinka (SUI/N.13) a Ernsts Gulbis (LET) 6-1, 6-4.

ALBERT MONTAÑÉS (ESP) a Andreas Seppi (ITA) 7-6(1), 3-6 y 6-0.

RAFA NADAL (ESP/N.2) a Thiemo de Bakker (HOL) 6-1, 6-0.