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El lunes más esperado

Barça y Madrid protagonizan esta noche el clásico más equilibrado y apasionante que se recuerda

ENRIQUE MARÍN


Hasta hace bien poco, Barça y Madrid eran vasos comunicantes, de ahí que la pleamar de uno coincidiera con la bajamar del otro. Sin embargo, actualmente ambos equipos dominan la Liga con tanta suficiencia que el clásico de hoy es el más equilibrado y, por tanto, apasionante que se recuerda.

Este partido es como una matrioska, famosa muñeca rusa cuya originalidad consiste en ser hueca y albergar en su interior otra muñeca, y esta a su vez a otra, y ésta a otra... Dentro del Barça-Madrid, hueco de palabrería hasta que Iturralde ordene hablar con el balón, hay un Guardiola-Mourinho, y dentro de este un Messi-Cristiano, y un Xavi-Xabi, y un Valdés-Casillas, y hasta un Villa-Raúl, principal novedad y gran ausencia, respectivamente, de este clásico de los clásicos que se juega el lunes más anhelado.

A la espera de que Pep y Mou confirmen sus onces, nada variará en el Barça, fiel a su estilo, y poco en el Madrid, donde sólo importa el fin: ganar. Míchel Salgado, ex madridista, ahora en el Blackburn, considera que el de Mourinho 'quizá no sea el estilo adecuado de acuerdo con la historia del Madrid, aunque sí el más adecuado para este momento'. Así es.

Acuciado y angustiado por la necesidad de llenar de contenido -léase títulos- sus faraónicos proyectos, Florentino Pérez cedió a su pensamiento de que los entrenadores no son importantes. 'Mou y el Madrid son la conjunción perfecta', ha llegado a afirmar el presidente.

Al igual que le sucedió a Guardiola cuando un acorralado Laporta le entregó las llaves del Barça, Mou tiene licencia para mandar y, de hecho, es él quien manda en el Madrid. Invictos en todas las competiciones y líderes de la Liga, los blancos llegan al clásico con tanta o más confianza que el Barça.

Su fútbol, lejos de la exquisitez del que despliegan los azulgrana, sí es lo suficientemente solvente como para no considerarles inferiores y descartarles al triunfo.

Barça y Madrid son dos equipos hechos a imagen y semejanza de sus técnicos, y es de agradecer que ambos templaran ayer los ánimos. A Mourinho le tienen ganas en Barcelona.

Cerca de 2.000 aficionados recibieron al Madrid en El Prat y el autobús de los blancos sufrió la rotura de una luna al ser alcanzado por un objeto. Esperemos que sólo fuera un hecho aislado y el clásico transcurra en son de paz. Es lo suyo.

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