Suenan alarmas en París. El rey sufre, su frescura está en los límites. No se desenvuelve como en otras ediciones. Jugadores a los que antes ganaría sin sudar hoy le ponen contra las cuerdas. Nadal duda, y eso es noticia.

Otro factor agranda el problema. Este año hay un contestatario en el circuito, alguien que niega a Nadal su supremacía. Djokovic le arrebatará el número uno si llega a la final, pero su objetivo no para ahí, quiere ganar.

'Djokovic es hoy el mejor. Lo tiene todo perfecto: muy buenos movimientos, muy rápido, mejoró su servicio...', confesó Del Potro, después de sucumbir ante el serbio.

Los horizontes son diferentes. El número dos no ve límites y el español sólo encuentra nubarrones. 'El juego de Nadal no depende de sí mismo, sino de los fallos del contrario, y este año Djokovic ha encontrado mucha estabilidad. No falla, por eso es el favorito', comenta William Álvarez, histórico entrenador que ha forjado, entre otros, a Murray.

Nadal, que hoy se enfrenta a Ljubicic, apunta a su cabeza como la responsable de la mala primera semana. 'Es un problema mental más que otra cosa, tengo un pelín más de nervios y las piernas se me paran más que antes', señaló el balear después de un encuentro. Tati Rascón, técnico español, apunta las causas: 'Está en uno de sus peores momentos. Es difícil mantener siempre el mejor nivel, pero si tienes confianza es sencillo. El problema surge cuando pierdes partidos que estás acostumbrado a ganar'. Esos encuentros fueron las finales de Madrid y Roma, la demostración de que la tierra ya no es un coto privado para el español.

La mejora repentina es complicada. 'Es en casa donde aprendes estudiando para un examen. Pero una vez que empieza, no vas a volverte más listo en ese momento, es demasiado tarde. No se mejora durante un torneo', comenta Federer sobre su estado, en una frase que es fácilmente extrapolable a su histórico rival. Nadal está de acuerdo con parte de la tesis: 'El mundo no se cambia en un día, pero voy mejorando poco a poco', dijo tras su victoria ante Veic.

Las esperanzas, a pesar de todo, no se han extinguido totalmente. 'Djokovic es favorito, pero en partidos a cinco sets y en un torneo tan largo todo está más abierto', considera Tati Rascón.