Alonso es un inconformista. Nunca termina de ser feliz con su equipo. No hay momento en el que no tenga alguna duda que resolver. Para él, la botella siempre está medio vacía. Ha pasado por Renault, dos veces, por McLaren y ahora por Ferrari. En todas las ocasiones puso pegas tanto al coche como al funcionamiento del equipo.

Ayer fue el último caso. 'El F10 no ha cambiado desde el GP de China', afirmó a la revista alemana Auto Hebdo. Es decir, el coche no evoluciona desde la segunda carrera y el equipo se ha quedado estancado. Alonso tiene incluso localizado el problema, centrarse en una mejora concreta y no en otras cosas: 'Aparte del Conducto F, que no ha aportado lo que esperábamos y que ha monopolizado los esfuerzos de los ingenieros aerodinámicos, no se ha producido nada nuevo'.

La evolución del coche no es el único motivo de discordia para el asturiano. Tampoco está de acuerdo con las estrategias que marcan desde el box de Ferrari. 'Salvo en Bahrein, hasta ahora hemos ido sólo a defender, no a atacar', comenta el piloto, que siempre piensa en ir a más.

Sus exigencias no tienen límite y ya espera las rectificaciones aunque no se prevén grandes cambios este fin de semana en el Gran Premio de Canadá sino para la siguiente carrera en Valencia, cuando tiene que llegar la nueva evolución de su monoplaza. 'Espero que las cosas vayan mejor allí, donde el coche debe aparecer en una especificación B muy avanzada. Estamos poniendo todo en este programa, sabiendo que la diferencia entre nosotros con los Red Bull y McLaren es a día de hoy muy amplia', comenta el bicampeón del mundo.

No es la primera vez que esta temporada habla de la ventaja de Red Bull y McLaren. Ya después del Gran Premio de Turquía comentó que al coche le faltaba bastante para estar entre los mejores. 'Nos ha sorprendido no ser demasiado competitivos tanto en Barcelona como aquí, estamos al nivel de Renault y eso no es suficiente', señaló después de la carrera en la que sólo pudo ser octavo.