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"El balón se controla y se cuida; nunca se regala"

Abel diseña la pretemporada del Atlético bajo unas directrices obligatorias

PEPE GARCÍA-CARPINTERO

Lejos del boom mediático, de las multitudinarias presentaciones galácticas, Así trabaja el Atlético, en silencio, pasando de puntillas por las portadas: apenas siete periodistas y cuatro fotógrafos siguen el entrenamiento a las nueve de la mañana. Sin fichajes de relumbrón, pero con el Kun y Forlán, los rojiblancos afilan su preparación para llegar a pleno rendimiento a la fase previa de la Liga de Campeones. A Abel parece gustarle este rol. Ir de tapado puede ser un arma para un equipo acostumbrado a ponerse el listón demasiado alto en agosto.

Allí, en Majadahonda, la voz ronca del técnico revienta la soledad. Abel no para de dar instrucciones. Nada que ver con los tiempos de Aguirre, en la hora y media de trabajo que ha preparado para la mañana. En el horizonte, una meta: recuperar el fútbol. A los jugadores se les ve a gusto con las dinámicas dispuestas por su entrenador. 'Es un técnico dialogante, bastante metódico, que le gusta trabajar. Eso es positivo para el bloque', dice Juanito.

Cuidar el fútbol es uno de esos paradigmas que se ha autoimpuesto Abel para este año. El balón es el principio de todo. '¡Nunca lo regalamos!', grita constantemente el técnico. Abel lo pone difícil. Achica el terreno de juego para que aprendan de memoria los movimientos. '¡Nunca pierdan la mirada al balón! Controlo y después miro. Nunca lo rifo. Tenemos que jugar bien', prosigue. El técnico explica a sus jugadores que la mejor defensa es tener el balón como posesión: 'Si la tenemos, el desgaste en el rival es mayor'.

Abel sabe mejor que nadie el destierro al que es sometido el portero cuando la pelota se pone en movimiento. 'Cuando no lo vean claro, toquen al portero, que también juega', vocifera cuando ve que Perea tiene una duda a la hora de sacar el esférico. Asenjo y Roberto ya tienen órdenes para que adelanten su posición.

Santi Denia, uno de los ayudantes de Abel y que hace unos años capitaneaba la defensa del Atlético, es el encargado de revisar los continuos desajustes defensivos. '¡Adelanten la línea sin miedo. No duden!', grita Santi. La orden es clara aunque los jugadores todavía andan temerosos tras los fallos cometidos ante Benfica y Ajax, que propiciaron dos goles. 'Jugar así conlleva un riesgo y hay que seguir trabajando para mejorar ese aspecto porque nos pueden coger la espalda, pero a poco que ganemos físicamente y el equipo esté más coordinado puede ser una buena manera para tener mucho más tiempo el balón, que de eso se trata', explica Juanito.

Abel planifica una serie de partidos de diez minutos. En ese tiempo no permite la relajación. 'Presión y posición', repite constantemente el preparador. 'Presiono, pero siempre retengo la parcela de campo que tengo encomendada. Siempre debemos mandar en nuestra posición', explica sobre el césped. En estos ejercicios no están los delanteros. Abel sabe que la clave para que su equipo crezca está en elevar el nivel en el centro del campo y en la defensa.

Para Abel, el pase en largo debe de ser un 'recurso necesario'. 'Toquen y muévanse. Controlen y levanten la cabeza. Moviendo el balón rápido se consiguen los espacios necesarios', explica. Ese toque rápido en el centro del campo debe ser la clave para llegar a la delantera. Allí todo queda para que las botas de Agüero y Forlán decidan. ¿Les parece poco?

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