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El balón no importa para ganar al Barça

El Getafe, como Grecia en 2004, demuestra que la victoria no sólo está en la pelota

ALFREDO VARONA

El sábado, en la sala de prensa del Coliséum de Getafe, Luis García se sentó delante de los periodistas, pero apenas había periodistas esperándole. Incluso, hasta la presencia de Valera, el goleador, escondía su importancia. Deambulaba con el rostro serio y tímido, por esa amplia habitación, donde gobernaban los informadores, de medios catalanes, que trataban de exprimir a los dos futbolistas del Barcelona, Valdés y Pique, que salieron a explicar la derrota.

Sin embargo, qué cosas, quienes tenían la respuesta a la gran pregunta de la noche eran Luis García y Valera: ¿cómo se puede ganar al Barça sin apenas utilizar el balón? ¿Acaso es un milagro? No, al menos en el cerebro de Luis García, cuyos labios manejaban masas de adjetivos, sin necesidad de apreciar el talento de su gente. 'Sabíamos que era imposible discutir el balón al Barça'. El mérito estuvo en esa hora y media de voluntad, 'porque el partido se hizo tan largo'.

'Era imposible discutirles la posesión', confiesa Luis García

De entrada ya se sabía que sería así. Por eso el técnico descendió a lo posible. Ordenó un trabajo industrial a sus futbolistas, como sucede en los polígonos que rodean Getafe. Pero hay partidos que deben ser así y en los que la gente, que no vive sin la pelota, debe aprender a vivir sin ella. Diego Castro fue la prueba.

Su producción artística se limitó a un túnel que le hizo a Busquets en un lugar intrascendente de la banda izquierda. El resto consistió en entender la disciplina de un viejo general como Casquero. Su entrenador le pidió que vigilase la ciudad. 'No podemos confundir la presión con la persecución'. Y por eso ni tan siquiera fue el día en el que la tasa de kilometraje del equipo fue más alta.

Valera, el goleador, lo reflejó. En contra de su voluntad, apenas subió al otro campo con aire incendiario. El balón no le pedía ese acto de fe y luego se lo recordó a los periodistas. 'Nuestra idea era saber sufrir y hemos sabido hacerlo'. Sin querer, Valera, con su lenguaje parco y accidentado, establecía otra de las claves para ganar sin balón.

'No podemos confundir la presión con la persecución', ordenó el técnico

Quizá la única manera de ganar, hoy en día, al Barça o de recordar a Otto Rehhagel, el viejo entrenador con el que Grecia alzó la Eurocopa de Portugal 2004. 'Existe una manera de ganar a equipos mejores que el tuyo', justificaba, 'pero no todos saben encontrarla'. El balón, como para el Getafe, entonces fue lo de menos. Grecia tuvo un leve índice de posesión durante los seis partidos. Su hazaña, sin embargo, resumió otro modo de vencer que Parreira también recordó a sus paisanos diez años antes, cuando Brasil ganó el Mundial de Estados Unidos con un juego escaso. 'El fútbol no sólo es el buen gusto de los mejores jugadores'. La inteligencia se expresa, pues, de otras maneras, y no sólo con la pelota.

El escritor uruguayo Eduardo Galeano lo escribió sin menospreciar a nadie: 'Los mejores entrenadores son los que conocen sus limitaciones'. Y esa ideología regresó el sábado al mundo entero. Un equipo de valientes encontró a los dioses por testigo. 'Quizá porque al Barcelona no se le puede ganar de otra forma', insiste el técnico de un Getafe que, sin tener el balón, nunca lo perdió de vista. Y después logró su gol a balón parado, en una acción naval y de la única manera posible. Por eso el técnico respetaba la sensatez. 'De estos partidos, ganas uno de cien'.

El mensaje aterrizó en Sandoval, el técnico del Rayo. En la noche del domingo estaba en su casa, incapaz de alojar una idea victimista en su cabeza de cara al Camp Nou.

Sandoval presenció en directo la derrota de los azulgrana en el Coliséum

Él estuvo en la grada del Coliséum y apreció esa victoria del Getafe sin balón. Pero, ¿dónde está la relación con lo que puede vivir el Rayo esta noche? 'El Barça tiene un balance increíble con 30 goles a favor y ninguno en contra en su campo'.

Por eso ha pedido a sus futbolistas que sean tan descarados como lo fueron en el Bernabéu. Allí se adelantaron a los dos minutos. 'Porque en nuestro caso un salto a la excelencia sería hacer esta noche un buen partido'. Y después ya se verá, pero si Rafa, Valera o Sarabia han ganado al Barça; si Seitaridis, Basinas o Vryzas tienen una Eurocopa, ¿por qué Casado, Michu o Movilla van a salir esta noche autoderrotados al Camp Nou?

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