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Un derbi a toda pastilla

El Madrid de Mourinho afronta ante el Atlético su primer examen serio en el torneo doméstic. Quique apela a la 'autoestima' para buscar un triunfo que se le resiste a los rojiblancos desde hace más de una década

L. J. MOÑINO / H. JIMÉNEZ

El derbi mira principalmente a un banquillo, el de Mourinho, que se estrena, y a las dos áreas. Allí se concentra el nudo gordiano de Madrid y Atlético. También hay una mirada para ese encogimiento que embarga a los rojiblancos desde que recuperaron la categoría y tienen al vecino cara a cara. Desde el regreso a Primera, el Atlético tiende a descomponerse a la mínima que le viene un contratiempo. Da igual que sea en el Bernabéu o en el Calderón, que empiece bien plantado o que se ponga por delante en el marcador para que se produzca el desplome que tanto teme e irrita a su hinchada. 'Somos el Atlético de Madrid y vamos al Bernabéu a ganar. Este año tenemos la autoestima en su sitio. Sabemos que ellos nos respetan', avisó Quique, que pretende enterrar ese negativismo con el que el Atlético sale a jugar frente al Madrid.

Ni Mourinho ni Quique tienen mucha querencia por que sus equipos se distraigan mucho en el centro del campo. Prefieren un lenguaje directo con el balón, transiciones rápidas sin retórica para llegar al área contraria. Allí gobiernan Casillas y De Gea y allí pretenden reinar hoy Cristiano, Higuaín, Agüero y Forlán; este último quedó fuera de uno de los onces que ayer probó Quique. Una muestra de que si no le convence el rendimiento del uruguayo visitará el banquillo si es necesario.

Hacía tiempo que un derbi no tenía un cara a cara tan estelar bajo los palos. 'El Atlé-tico tiene un niño en la portería que tiene la mala suerte de tener el mismo pasaporte que Iker', dijo de De Gea, con admiración, el técnico portugués. Centrado en el significado pasional de un derbi, Mourinho se puso un caparazón poco creíble en un tipo que hace cuatro días le sacó los tres dedos a los hinchas del Milan para recordarles el triplete de su Inter.

'No juego para ganar derbis, sino campeonatos. Para mí no es un examen, es un partido más', espetó Mourinho cuando le recordaron susbrillantes números en los derbis de Portugal, Inglaterra e Italia que ha disputado. Tampoco es muy fiable esa frialdad en un hombre tan pasional en el banquillo o que, cuando ha hablado del Atlético, ha sido para meter el dedo en el ojo: 'Le daría el Balón de Oro a Sneijder y no a Forlán'. 'En el Mundial, Simao falló como lateral contra España y Etoo no lo hizo contra el Barça', dijo Mou del extremo Atlético, que había comparado el España-Portugal con el Barça-Inter.

'Jugarán los once de siempre, pero no somos un equipo de protocolo, los titulares hoy serán suplentes mañana. No puedo decir que Arbeloa es suplente. Es el jugador número doce', advirtió el portugués. En esa dinámica de grupo no parece entrar Lass, al que su entrenador criticó veladamente su falta de compromiso para justificar su ausencia: 'La atmósfera que se vive es óptima, los que están en el banquillo están de corazón con el equipo, están para todo... y no es fácil para mí hacer cambios en el grupo. Tendrá que trabajar y esperar'.

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