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El enigma de los Cuatro Trampolines

El mítico torneo de saltos arranca hoy con muchos candidatos, pero sin favorito. 2010 es año olímpico, así que las estrellas llegan en gran forma

PACO GRANDE

El torneo de los Cuatro Trampolines arranca hoy en Oberstdorf (Alemania) con más fuerza y espectáculo que nunca. El joven saltador noruego Tom Hilde y el veterano japonés, Noriaki Kasai, abren la manga. Tomas Morgenstern y Simmon Ammann, líder de la Copa del Mundo, cerrarán las eliminatorias. Hay una gran igualdad entre las 25 parejas, ya que al ser temporada olímpica la mayoría de los saltadores llegan en gran forma. Además, el misterio rodea a los favoritos del torneo.

Simon Amman siempre es favorito, llega con el aval de sus dos victorias esta temporada, pero a última hora siempre aparece algún águila roja del equipo austríaco y le deja con la miel en los labios. Ammann y la estrella austríaca, Gregor Schlierenzauer, mantienen un mano a mano en la Copa del Mundo y se intercambian el liderato en cada prueba. El año pasado, Ammann ganó en Oberstdorf pero después apareció un arrollador Wolfang Loitzl, que nunca había ganado en la Copa del Mundo, y se llevó el torneo de calle, dejando al suizo de nuevo con el cartel de eterno favorito.

El suizo Amman y Schlierenzauer, de Austria, dominan en la Copa del Mundo

Para misterio, el del plusmarquista mundial, el noruego Bjorn Einar Romoeren. Su carrera deportiva está llena de altibajos. Alterna grandísimos éxitos y descomunales fracasos Hace un año fue el último en Garmisch. Su entrenador, el finlandés Mika Kojonkoski, le vio tan mal que le mandó a casa a entrenarse con el equipo B. No es lo peor que ha vivido Romoeren en su carrera.

Más grave fue la caída en enero de 2008 en el trampolín italiano de Predazzo. En el momento de abandonar la rampa se le soltó la fijación del esquí izquierdo. En pleno vuelo, se desequilibró, se estrelló contra la apelmazada nieve del punto de cálculo y allí quedó tendido, inerte, sin mover un solo músculo.

La carrera del noruego Romoeren es una sucesión de altibajos

Era el mismo Romoeren que tres años antes había saltado en el trampolín de Planica (Eslovenia) 239 metros, la mayor distancia jamás alcanzada por saltador alguno. El mismo que ahora, un año después de ser el último, se presenta como tercer clasificado en la Copa del Mundo gracias a su victoria en la primera prueba de la temporada en Kuusamo (Finlandia). El mismo Romoeren que hoy es capaz de todo.

Janne Ahonen, plusmarquista del torneo con cinco victorias, es otro misterio. Anunció su retirada en marzo de 2008 al nacer su segundo hijo, pero justo un año después confirmó que volvía con el objetivo de ser campeón olímpico, el único título que le falta. Ahonen de 1,84 metros del altura, había engordado cinco kilos, pero recuperó sin esfuerzo su peso ideal, 66 kilos. En verano se proclamó campeón de Finlandia y, aunque su forma aún no es la mejor, su experiencia siempre cuenta.

Hay más favoritos que nunca, pero estos, los más espectaculares deportistas del salto, son impredecibles. Todo puede ocurrir. Es el enigma inescrutable de los Cuatro Trampolines.

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